El candidato independiente a la primaria Andrés Caleca visitó el estado Apure donde sostuvo un encuentro con vecinos de San Fernando.
Durante su discurso, Caleca dijo que quiere ser el candidato de la oposición venezolana “porque quiero gobernar a este país y sé cómo hacerlo”, destacando su experiencia como presidente de Ferrominera del Orinoco, empresa donde demostró que sabe lograr la eficiencia productiva necesaria y su pasantía por el Consejo Nacional Electoral desde donde multó al expresidente Hugo Chávez por violar la legislación electoral durante la campaña por la Asamblea Constituyente en 1999.
El aspirante afirmó que «la paliza que le vamos a dar a Maduro en 2024 tenemos que repetirla en 2025 para lograr una Asamblea Nacional democrática y gobernadores y alcaldes democráticos, que permitan recuperar la institucionalidad en el país».
Considera que lograr el triunfo también para la Asamblea Nacional es tan importante como desalojar a Maduro de Miraflores, pues es desde el Parlamento donde se nombran al fiscal general de la República, al contralor, a los rectores del Consejo Nacional Electoral y a los integrantes del Tribunal Supremo de Justicia. “Hoy todos esos funcionarios acatan lo que les ordenan desde Miraflores. Yo, como soy demócrata, quiero que esos poderes estén integrados por ciudadanos independientes que cumplan con lo establecido en la Constitución”.
Aunque no será de su competencia, Caleca es partidario de hacerle dos enmiendas a la Constitución vigente. La primera para eliminar la reelección indefinida de cualquier cargo de elección popular, “al primero que afectará esa medida es a mí”. La segunda, es “blindar” la descentralización para evitar que cualquier burócrata desde Caracas impida el desarrollo y bienestar de la provincia.
Abatir la pobreza
Entre las propuestas que le hace Caleca a los venezolanos está, en primer lugar, “abatir la pobreza, porque ningún país puede sobrevivir cuando el 80% de su población es pobre, y la mitad está en pobreza extrema”. Para ello atraerá la inversión privada, tanto nacional como extranjera, la cual debe generar trabajo estable y bien remunerado que le permita a los venezolanos vivir dignamente.
Ofrece mucho mercado y mucho Estado, pues la infraestructura del país está destruida. «Aquí en San Fernando, a orillas del río Apure, no hay agua por tubería. En Ciudad Guayana, a escasos kilómetros de las represas de Macagua y de Guri, no hay electricidad. Esta camarilla que gobierna destruyó a Venezuela”.
Un tercer punto, es la necesidad de recuperar la educación y la salud públicas, que hoy están muy deterioradas, donde sus trabajadores reciben sueldos que apenas les permiten sobrevivir, “donde inventaron un horario mosaico, según el cual los muchachos van uno o dos días a clases”, corriendo el riesgo de que no aprendan lo necesario.
El control de Estado sobre el territorio de Venezuela es una preocupación de Caleca, quien señala que una parte importante del país está bajo control de “grupos irregulares, de malandros, de delincuentes”, por lo que la Fuerza Armada Nacional no está cumpliendo con una de sus obligaciones fundamentales.
Otro de sus objetivos es mantenerse en Miraflores durante todo el período constitucional y entregar, en paz y luego de una elección transparente y democrática, el poder a quien el pueblo haya elegido.