Familiares de 140 mujeres que estaban detenidas en del anexo femenino del Centro Penitenciario de la Región Oriental Monagas, mejor conocido como La Pica, expresaron su preocupación al Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) por el traslado de las prisioneras a otros centros reclusorios.
Los parientes expresaron que sufren porque no las pueden ver y atender con la regularidad que lo hacían, pues fueron ubicadas en el estado Miranda, entre el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF) y el Centro de Formación para Procesadas Femeninas “La Crisálida”; mientras que en el estado Lara fueron ubicadas en la Comunidad Penitenciaria David Viloria, mejor conocido como cárcel de Uribana; el Centro de Formación Femenino Independencia en el estado Carabobo, y el Anexo Femenino de Cumaná, estado Sucre.
Según lo relatado por los familiares al equipo del OVP, no hubo ningún anuncio de este desalojo, por lo que todo los tomó por sorpresa. Las mujeres fueron movilizadas simplemente con la ropa que tenían puesta, no las dejaron llevarse sus pertenencias personales como cepillo dental, toallas sanitarias, jabones, ropa interior, sábanas, entre otras cosas.
“Los familiares somos quienes debemos comprar nuevamente todos los artículos personales que van desde un cepillo dental, hasta un uniforme y colchonetas. Eso no lo da el Ministerio”, manifestaron los familiares al OVP.
Las madres y hermanas de las presas trasladadas también contaron que muchas han llamado para indicar que les habían dado comida, pero estaban pasando frío, que no tenían otra ropa que ponerse. “No sabemos cuándo la veremos porque es bastante costoso viajar desde el estado Monagas hasta algunos estados donde las trasladaron. Para este traslado no tomaron en cuenta las necesidades de las presas y de sus familiares que somos quienes atendemos su situación, porque en la mayoría de las ocasiones la comida es deficiente y los tratamientos también hay que pasarlos. Imagínense por allí lejos como resuelve uno, tenemos miedo que su salud se deteriore”.
Otras de las denuncias recibidas por OVP en cuanto a la situación de las mujeres de La Pica es que muchas están en condición de procesadas y este traslado va a retrasar aún más sus procesos judiciales.
Tampoco entienden porque se da un desalojo para una supuesta “remodelación”, cuando aseguran que el anexo tiene al menos 10 años. “La cárcel de La Pica como tal tiene más años, pero como es penal abierto no lo tocan, aunque creemos que esto es un preámbulo para el desalojo de los hombres”, comentaron los familiares de las privadas de libertad.
Carolina Girón, directora del OVP, en la presentación del informe 2021 “La crisis del sistema penitenciario un reflejo del abandono del Estado” indicó que en las cárceles de Venezuela existe un hacinamiento crítico de 159,09 %. En Venezuela hay 33.710 personas presas en cárceles y la plaza es para 21.188 privados de libertad; la población reclusa de hombres es de 31.069 hombres y 2.641 mujeres. Es de resaltar que durante cinco años la cantidad de mujeres presas representaba el 5 a 6% de la población, pero para este 2021 ese porcentaje aumentó un 8%.
Girón en ese momento explicó que desde el año 2002 hasta el 2021 se cerraron 10 centros penitenciarios, situación que redujo la capacidad instalada en los penales, se perdieron 5.050 plazas, pero aunque estos penales existieran tampoco solventarían la situación porque aun así la cantidad de presos sobrepasa la capacidad.
Este nuevo desalojo hace que el hacinamiento aumente en la única cárcel de mujeres que existe en el país que es el INOF y en los anexos femeninos que se encuentran en los penales de Venezuela.