En el marco de la Semana del Orgullo, la asociación civil Alianza por Venezuela organizó el foro virtual «Orgullo en Resistencia», un espacio de reflexión sobre los desafíos que enfrentan las personas LGBTI en un contexto marcado por el autoritarismo, la persecución política, la migración forzada y la xenofobia.
El encuentro reunió a destacadas voces del activismo y la defensa de derechos humanos, con la participación de Yendri Velásquez, Fanny Gómez-Lugo, Manu Mireles, Quiteria Franco y Edgar Baptista, bajo la moderación de Charbel Najm, director operativo de Alianza por Venezuela.
Durante la conversación, los panelistas abordaron el impacto que tienen la instauración del autoritarismo y la regresión democrática sobre los derechos de las personas y las organizaciones LGBTI.
«Hasta ahora, al menos seis activistas LGBTIQ+ venezolanos han debido exiliarse, y se ha anunciado el cierre de tres organizaciones tras la aprobación de la ley anti-ONG en Venezuela», alertó Yendri Velásquez, cofundador del Observatorio de Violencias LGBTIQ+ y gerente de campañas de Amnistía Internacional Venezuela, quien el año pasado sufrió una detención arbitraria y desaparición forzada temporal, en el contexto de la ola represiva luego de las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela.
Velásquez advirtió que otras organizaciones están cerrando de facto por miedo al hostigamiento y la persecución, lo que limita aún más el trabajo para la defensa y promoción de los derechos humanos de las personas LGBTI.
Por su parte, la defensora de derechos humanos Quiteria Franco abordó el rezago de Venezuela en comparación con otros países de América Latina que han avanzado en leyes de matrimonio igualitario o identidad de género. Explicó que aunque se crearon una Defensoría y una Fiscalía especializadas en discriminación contra las personas LGBTI, esto no ha tenido un impacto positivo concreto debido a la ausencia de una legislación en la materia.
Edgar Baptista, fundador de Proinclusión y miembro de la Red LGBT de Venezuela, analizó cómo la crisis política estructural de las últimas dos décadas ha obstaculizado cualquier avance significativo en materia de diversidad. Recordó que el mayor hito fue en 2015, con la elección de Tamara Adrián y Rosmit Mantilla como diputados, quienes lograron impulsar en la Asamblea Nacional la aprobación del 17 de mayo como el Día contra la Homofobia, Transfobia y la Bifobia.
En este sentido, Baptista advirtió que “sin democracia no será posible conquistar derechos LGBTI”, por lo que llamó a los activistas a priorizar la democratización del país, para luego poder avanzar en esta materia en específico.
La activista Manu Mireles remarcó que los discursos de odio están creciendo y deben ser enfrentados como una amenaza a los derechos humanos. Afirmó que «esto no es un tema ideológico», sino que se trata de vidas, de personas que deben tener los mismos derechos.
Por último, la abogada y académica Fanny Cata Gómez, exasesora de la CIDH y directora de investigación e incidencia de Women’s Equality Center, alertó sobre los retrocesos en la región. Denunció el aumento de la criminalización de personas trans y no binarias, y advirtió sobre el impacto de los discursos conservadores y antiderechos.
Al concluir el conversatorio, Charbel Najm reafirmó el compromiso de Alianza por Venezuela con la defensa de los derechos humanos de todas las personas, sin distinción.