La Corte Penal Internacional (CPI) reveló este viernes la existencia de una orden de arresto emitida contra Saif Suleiman Sneidel, ciudadano libio acusado de crímenes de guerra, entre ellos asesinato, tortura y atentados contra la dignidad personal, presuntamente cometidos en Bengasi y alrededores, en el este de Libia.
Sneidel, oficial del denominado “Grupo 50” de la Brigada Al Saiqa, es señalado por la Fiscalía como estrecho colaborador del fallecido general libio Mahmoud al Werfalli, líder de esa unidad e integrante del llamado Ejército Nacional Libio. Ambos participaron en la “Operación Dignidad”, lanzada en Bengasi en mayo de 2014.
Según la CPI, hay “motivos razonables” para creer que Sneidel es responsable de crímenes de guerra de asesinato, tortura y atentados contra la dignidad personal, presuntamente cometidos en Bengasi o sus alrededores en Libia, antes o desde el 3 de junio de 2016, y hasta en torno al 17 de julio de 2017, aunque también se le atribuye responsabilidad penal por actos de tortura.
La Fiscalía cree que intervino en tres ejecuciones extrajudiciales en las que fueron asesinadas 23 personas.
La orden de detención, emitida en noviembre de 2020, se mantuvo bajo sello durante casi cinco años para “maximizar las oportunidades de arresto” y proteger la investigación en curso, pero la Fiscalía solicitó en julio de este año pedir que se levantase su carácter confidencial debido a cambios en las circunstancias y para “aumentar las posibilidades de detención”.
“La decisión de los jueces de levantar la confidencialidad de la orden mejora las posibilidades de arresto. La Corte ahora puede tratar con los Estados, el Consejo de Seguridad de la ONU y la comunidad internacional cuestiones relacionadas con una posible detención”, declaró la fiscal adjunta, Nazhat Shameem Khan, quien instó a las autoridades libias a ejecutar la orden.
La investigación de la CPI sobre Libia se inició en marzo de 2011, tras la remisión del caso por el Consejo de Seguridad de la ONU, en respuesta a la represión violenta de las protestas contra el régimen de Gadafi.
Desde entonces, la Fiscalía ha estructurado su trabajo en cuatro líneas principales: los crímenes cometidos durante la violencia de 2011, las violaciones en centros de detención, los delitos vinculados a las operaciones militares entre 2014 y 2020 —incluida la “Operación Dignidad” en Bengasi— y los crímenes contra migrantes.
En el contexto de esta situación, la CPI mantiene pendientes ocho órdenes de arresto contra otros sospechosos, incluido Saif al Islam al Gadafi, uno de los hijos del fallecido dictador libio Muamar al Gadafi. El pasado 16 de julio, otro acusado, Khaled Mohamed Ali El Hishri, fue detenido en Alemania por crímenes en centros de detención y se encuentra bajo custodia de las autoridades alemanas a la espera de la finalización del procedimiento nacional. EFE