La detención de Jeanine Áñez esta madrugada desató una ola de repudios en Bolivia por parte de la oposición al gobierno de Luis Arce. Ex presidentes e importantes dirigentes denuncian el inicio de una campaña de persecución que pone en riesgo el orden constitucional en el país.
Carlos Mesa, que presidió Bolivia entre 2003 y 2005, y salió segundo en las elecciones de octubre del año pasado, que consagraron el retorno del Movimiento al Socialismo (MAS) al poder con el triunfo de Arce, fue uno de los más drásticos. “Estamos en un proceso de persecución política peor que en las dictaduras. Se ejecuta contra quienes defendieron la democracia y la libertad en 2019. El poder judicial y la fiscalía masistas son el martillo ejecutor. Los autores del fraude se amnistían y pretenden ser víctimas”, escribió en su cuenta de Twitter.
En otro tuit, el también ex vicepresidente denunció “el comienzo de un proceso de persecución política, basado en la invención de un ‘caso de sedición y golpe de Estado’”.
Otro ex presidente, Jorge Tuto Quiroga, que gobernó entre 2001 y 2002, también repudió el arresto de Áñez. “Luis Arce criminaliza la sucesión constitucional democrática, arrestando a Jeanine Áñez, quien asumió el mando después del fraude, la renuncia y la fuga de Evo (Morales). La sucesión fue reconocida por las Naciones Unidas, la OEA, la Unión Europea y América Latina; y avalada por el Congreso, el Tribunal Constitucional Plurinacional, el Tribunal Supremo de Justicia y las elecciones”, escribió en Twitter.
En otro mensaje, Quiroga, que también fue candidato en las últimas elecciones, publicó un video del momento en que Morales anunció en una conferencia de prensa su renuncia “escuchando a los compañeros de la Central Obrera Boliviana y también a la Iglesia Católica”.