El periódico boliviano Página Siete publicó el jueves su última edición y anunció el cese de operaciones después de 13 años, a causa de una «tormenta perfecta» que, entre otros, fue causada por un «acoso» ejercido desde el partido de Gobierno, según denunció su directorio.
En una carta publicada en su edición digital, el presidente del directorio del periódico, Raúl Garáfulic Lehm, indicó que la explicación a esta decisión «es tan simple como dolorosa».
«Nuestros gastos son superiores a los ingresos y después de agotar todas las instancias para conseguir capital de trabajo, nos quedamos sin recursos económicos para seguir operando», dijo Garáfulic.
Según el empresario, una de las causas fue que «el partido de Gobierno», el Movimiento al Socialismo (MAS), «bloqueó sistemáticamente la pauta publicitaria para el periódico, pese a que ella se financia con recursos de todos los bolivianos» e incluso «presionó a empresas privadas» para que no publiquen sus avisos en Página Siete.
También dijo que el oficialismo puso en marcha «una estructura de hostigamiento público por redes sociales contra el periódico que hasta hoy está impune», además de las «recurrentes» auditorías y multas desde diversas entidades estatales que le llegaron todos los años, mientras la competencia «de línea oficialista» fue tratada «con guante blanco».
«El acoso judicial infundado derivó en el bloqueo de mis cuentas bancarias y el embargo de mis bienes, lo que limitó mi capacidad de acción», añadió.
Además del «acoso del poder», hubo otros factores como la pandemia de la covid-19, o la crisis económica que cambiaron hábitos de lectura o redujeron presupuestos publicitarios de las empresas, o la guerra en Ucrania que elevó los costes de insumos de impresión.
Aunque los accionistas buscaron créditos e intentaron recientemente conseguir una capitalización para salir adelante, «a último momento los inversores dieron un paso al costado por temor a represalias políticas».
«Por todo lo expuesto, hemos decidido suspender la publicación de Página Siete desde hoy (jueves)», señaló Garáfulic y aseguró que se seguirán las normas para dar prioridad al pago de sueldos y beneficios sociales a sus trabajadores, a quienes agradeció «por su compromiso y resistencia».
«Este es un momento duro que me llena de tristeza y angustia porque soy consciente de que el periodismo independiente y la democracia pierden un aliado importante», concluyó.
Por su parte, los trabajadores de Página Siete difundieron una nota en la que señalan que concluye una «agotadora batalla» de muchos años de compromiso con el «periodismo independiente», un compromiso que además les llevó a laborar durante los últimos siete meses sin cobrar salario.
«¿Cómo vive un país sin prensa independiente? Los periodistas de Página Siete batallamos hasta el último momento para seguir formando parte de este lado de la balanza, conscientes de que el otro lado cobra más peso cada día», señalaron y agregaron que con el cierre de su medio, «pierde también la democracia».
Manifestaron que les queda esperar que la parte ejecutiva cumpla su compromiso de pagar los salarios y beneficios adeudados. EFE