Un niño de 11 años falleció luego de recibir un disparo de escopeta en el pecho por parte de su hermano de 8 años. Mientras jugaban, el menos tomó el arma y la accionó accidentalmente, según reseña La Verdad de Vargas.
El herido fue trasladado por su padre, Álvaro Martínez, desde la parte alta de Taguao hacia el Hospitalito de Catia la Mar, donde ingresó sin vida.
Una fuente reveló que el arma habría sido tomada por los niños durante un descuido de los padres.