La coordinadora de Mujeres del partido Convergencia en el estado Yaracuy, Rosselyn García, manifestó este martes su preocupación por el impacto que tiene en las madres venezolanas la inflación, los salarios de hambre y la crisis económica causada por el régimen de Nicolás Maduro.
«Faltan pocas semanas para que inicie un nuevo año escolar y lejos de sentir alegría y entusiasmo, la mayoría de las madres venezolanas sienten preocupación porque saben que eso significará más sacrificios para el grupo familiar. La lista de útiles cuesta 150 dólares y el salario mínimo no llega ni a 20 dólares. La canasta alimentaria se ubicó en agosto en 370 dólares y la mujer venezolana, sustento de hogar en muchos casos, tiene que hacer maromas para darle todo lo necesario a sus hijos«, exclamó García.
Además, destacó que el pasaje urbano aumentó en todo el país, lo que sumado a la anterior presenta un contexto que a su juicio «es un terrible escenario porque los más afectados son siempre los más desprotegidos, los empleados y empleadas públicas que no cobran en dólares sino en bolívares, salarios de hambre que no alcanzan ni para comer una semana. Es ahogar en la miseria el bolsillo de la familia».
García dijo que le «conmueve que cada día, las madres tengan que ingeniárselas con lo que tienen en sus humildes hogares para darle de comer y cumplir con las meriendas del colegio».
Denunció que el régimen de Maduro acabó con el Programa de Alimentación Escolar (PAE) y que «hoy en las pocas escuelas que ofrecen alimentos lo que sirven son frijoles chinos, arroz y un ramillete de aliños».