Luego de cuatro años, el régimen de Nicolás Maduro sigue sin cumplir con la sentencia condenatoria de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) en favor de Linda Loaiza, quien fue secuestrada, torturada, mutilada y violada en 2001.
«Esa sentencia no abrió ninguna puerta para que el sistema de Justicia venezolano hiciera algún gesto reivindicador de su nefasta actuación en mi caso», denunció Loaiza en un comunicado difundido en Twitter al cumplirse cuatro años de la condena de la Corte-IDH que declaró al Estado venezolano «responsable por los hechos de tortura y violencia sexual sufridos por Linda Loaiza López Soto, en violación de varias disposiciones de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Convención Interamericana para prevenir y sancionar la tortura y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer».
En su sentencia, la Corte ordenó al Estado venezolano pagar, dentro de un plazo de un año, 145.000 dólares a Linda Loaiza López como indemnizaciones compensatorias, además de 165.000 dólares a la familia de la víctima, y 25.000 a la ONG que la representó.
El Estado venezolano también fue sentenciado a otorgar a Linda Loaiza una beca de estudios para poder concluir con su formación profesional en una universidad local o extranjera y a realizar un acto público de reconocimiento de responsabilidad, en el que haga referencia a las violaciones de derechos cometidas contra la víctima.
Asimismo, la sentencia ordenaba al Estado venezolano, dentro del plazo de un año, dictar el reglamento correspondiente de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, y poner en funcionamiento adecuadamente los Tribunales de Violencia contra la Mujer, además de incorporar al sistema educativo nacional un programa de formación permanente llamado «Linda Loaiza» con el objetivo de erradicar la discriminación de género, los estereotipos de género y la violencia contra la mujer en Venezuela.
Tras cuatro años de desacato de la sentencia, Linda Loaiza afirmó que un fallo internacional no basta si el Estado no cumple con ese mandato. «Esa sentencia sigue mostrando la cara inocultable de la impunidad sistemática en Venezuela», agregó.
Sostuvo que «sigue la impunidad abriendo la puerta para la continuidad de estos crímenes contra las mujeres, niñas y adolescentes».
Linda Loaiza fue secuestrada por un hombre el 27 de marzo de 2001 cuando tenía 18 años, hasta que, casi cuatro meses después, el 19 de julio de ese año, fue rescatada por las autoridades en pésimas condiciones de salud.
Los jueces de la Corte-IDH dieron por probado que, durante el periodo que estuvo secuestrada, López Soto «fue sometida de manera continua a diversos actos de violencia física, verbal, psicológica y sexual, incluyendo la ingesta forzada de alcohol, drogas y medicamentos, privación de alimentos, reiteradas violaciones vaginales, anales y con objetos».
Según la sentencia, la mujer también fue víctima de «golpes que le provocaron traumatismos contusos y hematomas en el rostro, los pabellones auriculares, el tórax y el abdomen, fractura de la nariz y la mandíbula, entre otros».
En el proceso penal interno de Venezuela se llevaron a cabo dos juicios orales, ya que el primero fue anulado. En el segundo, el agresor, identificado como Luis Carrera Almoina, fue condenado por los delitos de privación de libertad y lesiones gravísimas, pero absuelto por violación.
Con información de EFE