Venezuela reiteró este miércoles que defenderá «sus derechos» sobre la Guayana Esequiba, ante «las artimañas» del Gobierno de Guyana, al que acusó de aplicar una estrategia para «desestabilizar la región» y «apropiarse» de este territorio en disputa, de casi 160.000 kilómetros cuadrados.
En un comunicado, el régimen de Nicolás Maduro expresó su «absoluto rechazo» a una declaración de Guyana emitida hoy en la que señala haber buscado una «protección urgente de la Corte Internacional de Justicia» (CIJ) «en respuesta al siniestro plan de Venezuela para apoderarse del territorio guyanés».
Con esta declaración, alineada, según Caracas, a «los intereses» de la petrolera estadounidense ExxonMobil, Georgetown «pretende deslegitimar la voluntad del pueblo venezolano, convocado a una consulta democrática y popular para definir asuntos relativos a los derechos legítimos e históricos que le pertenecen en el territorio de la Guayana Esequiba».
«La petición inédita e insólita a la Corte Internacional de Justicia de medidas provisionales, para que no proceda el referéndum consultivo del 3 de diciembre de 2023, no tiene asidero legal, y solo demuestra la desesperación de las autoridades de Guyana», aseguró Venezuela, que defiende el Acuerdo de Ginebra como la «única vía existente» para resolver la controversia.
El Ejecutivo de Guyana indicó en su comunicado que, debido a la urgencia del asunto, ha pedido a la Corte que programe audiencias orales sobre su solicitud «lo antes posible», antes de la fecha del «falso» referendo.
Este miércoles, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela declaró la «constitucionalidad» de las preguntas, entre ellas si se está de acuerdo o no con la «creación del estado Guayana Esequiba» y el desarrollo de un «plan acelerado» para atender a la población «actual y futura de ese territorio», a la que otorgaría ciudadanía y documentación, además de otras cuatro interrogantes.
La campaña para el referendo, que no es vinculante, comenzará el próximo lunes y finalizará dos días antes de la consulta, en la que podrán participar 20.694.124 ciudadanos, según las autoridades electorales.
De momento, ninguna de las partes de la disputa ha planteado la opción de que sean los propios esequibanos, que rondan los 125.000, los que decidan sobre su pertenencia a uno u otro país, o elijan mantenerse como territorio independiente y soberano.
EFE