La naturaleza venía alertando. 11 días antes de que ocurriera el deslave que ha dejado al menos 36 muertos y más de 50 desaparecidos en Las Tejerías, la quebrada Los Patos ya se había desbordado.
Sucedió el 27 de septiembre, cuando el agua del río superó su cauce y afectó los sectores El Libertador y el barrio El Béisbol.
Videos grabados por los vecinos ese día evidencian el alto riesgo del lugar. La fuerza del agua arrastró incluso la estructura de una casilla de metal. «¡Ay, un rancho!», gritó una mujer sorprendida al ver la escena.
El propio alcalde Pedro Hernández, junto con funcionarios de Protección Civil, acudieron ese día a la zona para atender la emergencia. Más de 40 familias resultaron afectadas con la pérdida de enseres por el ingreso del agua y el lodo a sus hogares.
Incluso fue necesario el despliegue de maquinaria pesada en los días siguientes para remover los sedimentos que quedaron en las calles por el desbordamiento de la quebrada.
Sin embargo, a pesar de esta primera alerta, las autoridades no evacuaron a las familias que vivían en zonas de riesgo. 11 días después ocurrió la tragedia, considerada la peor en el país desde el deslave de Vargas en 1999.
Durante una visita realizada el lunes 10 de octubre a Las Tejerías para evaluar los daños por el deslave, Nicolás Maduro admitió que desde hace 10 días sabían que los suelos estaban saturados por la gran cantidad de lluvias.
“Yo alerté hace 10 días en transmisión pública que tenía mucha preocupación por la forma como se estaban saturando los suelos de agua, se estaban saturando las montañas, y ordenamos revisar todas las montañas cercanas a las poblaciones”, dijo Maduro en declaraciones transmitidas por VTV, durante un recorrido.
Pero a pesar de las señales que venía dando la quebrada con el desbordamiento previo, y del conocimiento de las autoridades sobre la saturación de los suelos, se permitió que las familias siguieran en la zona de riesgo que fue arrasada por el deslave.