La administración del presidente Donald Trump ha identificado una serie de objetivos militares en Venezuela utilizados para el tráfico de drogas, y evalúa lanzar ataques aéreos como parte de la operación contra el Cartel de los Soles, según reveló un reportaje del Wall Street Journal.
Los posibles blancos incluyen puertos, aeropuertos, bases navales y pistas aéreas controladas por las Fuerzas Armadas venezolanas, que estarían en el centro de operaciones compartidas entre el régimen y organizaciones criminales.
Trump ha intensificado la presencia militar en el Caribe y el Pacífico oriental, con más de media docena de buques de guerra, bombarderos B-52 y B-1, y el despliegue del portaaviones más avanzado de EE.UU., acompañado por destructores con misiles Tomahawk y cazas F/A-18 Super Hornet.
La estrategia incluye vuelos de reconocimiento para mapear las defensas aéreas venezolanas, que incluyen sistemas rusos S-300 e Igla-S.
 
  
 











