El dirigente político de Primero Justicia, Julio Borges, se refirió este domingo en su artículo en Infobae sobre el restablecimiento del proceso de negociación de México.
A su juicio es necesario que este esfuerzo cuente con el apoyo de la comunidad internacional para lograr presionar al régimen con el fin de que cree las garantías necesarias para unas elecciones competitivas en 2024.
Aseguró que se requiere encarar la negoción sabiendo que Maduro no es solo Maduro, sino un conjunto de actores antioccidentales.
“El proceso de negociación venezolano debe ser evaluado, interpretado y concebido a la luz de un marco estratégico mucho más amplio, el cual sea capaz de entender el complejo andamiaje de relaciones, intereses y agendas que están detrás de una dictadura como la de Maduro; y que sepa dimensionar el necesario equilibrio entre una agenda social y una agenda política, que nos conduzca a una transición democrática”, sostuvo.
Recalcó que Maduro cuenta con el apoyo de un conjunto de actores antioccidentales como Cuba, Rusia, Irán y China que están sosteniendo su régimen y bloqueando cualquier negociación que conduzca a la estabilidad y democratización de Venezuela. A su juicio estos actores están desarrollando su propio juego geopolítico en Venezuela.
Manifestó su posición sobre el levantamiento de sanciones, asegurando que no se debe levantar ninguna sanción hasta que Maduro permita que los venezolanos elijan libremente. “No se debe dar ningún premio ni contraprestación a Maduro, hasta tanto no adopte decisiones que le devuelvan a los venezolanos la confianza en el voto como herramienta de lucha. ¿Cuáles podrían ser esas decisiones? Las mismas que ya el informe de la Unión Europea dejó por escrito. Voto de los venezolanos en el exterior, observación internacional calificada, la devolución de las tarjetas de los partidos a su legitima militancia, habilitación de todos los candidatos y partidos opositores, cese de la persecución política y la no intervención del poder judicial en los resultados electorales”, reafirmó.
Insistió en la necesidad de reconstruir la presión nacional e internacional para poder tener éxitos en el proceso de negociación. “En la medida en que las dos presiones se encuentren y funcione como una orquesta afinada, la dictadura de Maduro será acorralada y se verá en la obligación de negociar en serio en un proceso que restablezca las garantías mínimas para una elección competitiva”, recalcó.
Por último, detalló que “México debe ser concebido bajo un mantra muy claro: O Maduro negocia un acuerdo político que conduzca a una elección presidencial con condiciones competitivas en 2024 o vendrá más presión sobre él y su entorno”.