El balance por la explosión y el incendio que este martes destruyó parte de un edificio en el centro de París se sitúa ahora en 37 heridos, cuatro de ellos muy graves, y dos desaparecidos, anunció el ministro del Interior, Gérald Darmanin.
Darmanin, que visitó el lugar de la explosión durante la noche, acompañado por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ofreció a la prensa el último balance de víctimas del siniestro.
Indicó que se continuará buscando durante toda la noche entre los escombros en busca de posibles víctimas enterradas. Añadió que hay dos desaparecidos pero precisó que «no tenemos la certeza» de que se encuentren debajo de los restos del edificio.
Darmanin explicó que se va a llevar maquinaria pesada para ayudar a retirar elementos de gran tamaño y no descartó la posibilidad de que durante la noche se puedan encontrar cadáveres o supervivientes.
Insistió en que «no conocemos el origen» de la explosión y que la fiscalía ha iniciado una investigación para determinarlo, que estará a cargo de la Policía Judicial.
Hidalgo añadió que los vecinos de la zona que fueron evacuados debido a la rotura de sus ventanas a causa de la explosión recibirán ayuda para un realojamiento temporal mientras las autoridades deciden si es seguro retornar a sus hogares.
La explosión, que algunas autoridades atribuyeron inicialmente y de forma extraoficial a una fuga de gas, causó el derrumbe del edificio y un aparatoso incendio que movilizó un importante despliegue de los bomberos para su extinción.
Anteriormente, el prefecto de policía de París, Laurent Núñez, se mostró «extremadamente prudente» sobre el origen de la deflagración, aunque desde los primeros momentos el número dos de la alcaldía del distrito V en el que ocurrieron los hechos, Édouard Civel, había afirmado se debió a una explosión de gas en la plaza Alfonse Laveran.
Una tesis en la que también había abundado la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, y que habían acreditado algunos testigos, que dijeron haber notado un fuerte olor a gas.
La fiscal de París, Laure Beccuau, incidió, como Núñez, en la misma idea de que, «por ahora, nada permite determinar el origen del siniestro», y dijo que se van a llevar investigaciones técnicas y se van a analizar las imágenes de las cámaras de vigilancia de la zona.
Beccuau puntualizó que todos los elementos apuntan a que la deflagración ocurrió en el interior del edificio, que se vino abajo parcialmente, y en el que estaba la Paris American Academy, una escuela de diseño de moda situada en la calle Saint Jacques.
La fiscal anunció la apertura de una investigación sobre las causas que provocaron las heridas y pusieron en peligro la vida de terceras personas, para tratar de determinar si pudo haber alguna imprudencia individual o si se incumplieron algunas reglas de seguridad.
La explosión se produjo hacia las 17.00 hora local y rápidamente las fuerzas del orden acordonaron la zona, en la que trabajaron 267 bomberos con 70 vehículos.
El presidente francés, Emmanuel Macron, recordó a «todas las víctimas y a sus familias, que viven este momento de angustia», según dijo en una intervención en un concierto en el Elíseo con motivo de la Fiesta de la Música. EFE