El secretario general de la ONU, António Guterres, visitó este jueves las localidades de Borodyanka, Irpin y Bucha, tres de las ciudades de la región de Kiev que sufrió fuertes daños por la invasión rusa.
“Me imagino a mi familia en una de esas casas, ahora destruida y negra. Veo a mis nietas huyendo presas del pánico. No hay forma de que la guerra sea aceptable en el siglo XXI”, dijo Guterres, según informó la la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Twitter.
“Los civiles siempre pagan el precio más alto. Civiles inocentes vivían en estos edificios. Estaban pagando el precio más alto por una guerra en la que no habían contribuido en absoluto», añadió desde Irpin.
En su paso por Bucha, donde fueron halladas fosas comunes y cientos de civiles ejecutados por el ejército ruso, Guterres expresó que «cuando vemos este horrendo sitio, me hace sentir lo importante que es una investigación exhaustiva y responsabilidad».
El secretario general de la ONU reiteró su «apoyo plenamente a la Corte Penal Internacional y hago un llamamiento a la Federación de Rusia para que acepte cooperar con la Corte Penal Internacional. Pero cuando hablamos de crímenes de guerra, no podemos olvidar que el peor de los crímenes es la guerra misma».
Guterres llegó a Ucrania para conocer de primera mano el impacto de la guerra y reunirse con el presidente Volodimir Zelenski, tras haber sostenido en Moscú un encuentro con el mandatario ruso, Vladimir Putin, con el objetivo de ampliar los corredores para la llegada de la asistencia humanitaria a las ciudades afectadasp or el conflicto.