Tres personas acusadas de participar en unas violentas protestas contra la investidura del presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fueron detenidas este jueves por la Policía, en una vasta operación contra movimientos golpistas.
Según la Policía Federal, las detenciones han sido ordenadas por la Justicia en el marco de investigaciones referidas a unos graves desórdenes promovidos el 12 de diciembre en Brasilia por grupos de ultraderecha afines al presidente saliente, Jair Bolsonaro, que no aceptan la victoria de Lula, quien asumirá el próximo domingo.
En un comunicado, ese organismo policial precisó que, además, sus agentes tenían previsto realizar 32 allanamientos en residencias de sospechosos y oficinas de empresas en ocho estados del país.
Las protestas del día 12 se desarrollaron en la zona central de la capital, donde decenas de activistas atacaron una comisaría, se enfrentaron a la policía e incendiaron una decena de vehículos.
Esos grupos, según comprobaron las autoridades, formaban parte de un movimiento que desde las elecciones de octubre pasado acampan a las puertas del Cuartel General del Ejército en Brasilia y exigen un golpe militar que impida la toma de posesión de Lula este 1 de enero y mantenga a Bolsonaro en el poder.
También integraba ese movimiento golpista un hombre detenido el pasado fin de semana, después de colocar una bomba en un camión cisterna que se dirigía al aeropuerto.
Según confesó el detenido, con ese frustrado atentado pretendía sembrar el «caos» y forzar una intervención de las Fuerzas Armadas, que han ignorado por completo los llamamientos de los movimientos que conspiran contra la democracia.
Bolsonaro, quien no ha reconocido su derrota en las urnas, no se ha pronunciado sobre esas protestas y se mantiene en un silencio casi absoluto desde que perdió las elecciones frente a Lula.
Aunque no ha sido confirmado oficialmente, el Gobierno ha dado a entender que Bolsonaro pretende salir del país antes de la toma de posesión de Lula e instalarse en Estados Unidos durante los próximos tres meses. EFE