Tres de los 10 menores de entre 4 y 11 años que resultaron heridos en el accidente de un autobús con migrantes que dejó al menos 40 muertos en Panamá siguen «en condición delicada» en la sala de cuidados intensivos, informó este jueves el Gobierno panameño.
En un comunicado, el Ministerio de Salud (Minsa) agregó que «los menores afectados que se mantienen conscientes y orientados son atendidos por un equipo multidisciplinario y especialistas en psicología que brindan apoyo desde diversas instituciones aunado a traductores de idiomas como francés y portugués».
Los 10 menores, 5 niñas y 5 niños se encuentran en el hospital Materno infantil José Domingo de Obaldía, situado en David, capital de la provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica.
En otro hospital de David se encontraban 23 heridos, de los que 12 estaban en condición grave en unidades de cuidados intensivos, según informaron fuentes médicas anoche. Este jueves no se había actualizado la información sobre su condición.
La directora regional de Salud, Gladys Novoa, destacó la respuesta de la población al llamado para donar sangre, muy «necesaria por las características propias de las lesiones que presentaban los heridos».
«No solo los niños, también hubo adultos que fueron llevados a un quirófano por diversas patologías de traumatismos», afirmó Novoa en un comunicado.
Las autoridades de Panamá no han revelado la nacionalidad, edad ni el nombre de los fallecidos ni heridos, lo que ha generado reclamos de activistas, aunque Cuba, Colombia y Ecuador han reconocido que hay nacionales de esos países entre ellos.
La subdirectora del Servicio Nacional de Migración, María Isabel Saravia, dijo anoche en una rueda de prensa que en el bus viajaban «66 personas no nacionales» de Panamá.
Saravia se limitó a informar que el listado había ciudadanos africanos y de países de Suramérica como Brasil y Ecuador, y que la cancillería panameña se está comunicando con los distintos gobiernos dado que muchos cuerpos estaban irreconocibles o desmembrados.
Por su parte, los forenses de Panamá dijeron este jueves que requieren de información genética para identificar a los fallecidos, un proceso que «tomará tiempo».
Con información de EFE