El nuevo secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el surinamés Albert Ramdin, apuesta por abrir un «diálogo» con el Gobierno y la oposición de Venezuela, y evita entrar en discusiones sobre si el país «es una dictadura o no».
Ante la pregunta en torno a que «algunos Estados miembros le dirán que Venezuela es una dictadura y que no debe dialogar», Ramdin afirmó: «Para mí dialogar es un principio básico. No voy a discutir sobre si es una dictadura o no. Para mí es importante que si hay un problema sobre democracia y elecciones tratemos de resolverlo para que haya estabilidad política en el futuro. Solo decir que es una dictadura. ¿y después? Necesito soluciones».
En cuanto al abordaje que dará al tema de la política migratoria estadounidense y las tensiones con otros países de la región, el nuevo secretario general expresó que «cada país controla sus fronteras. Es independiente y tiene sus propias regulaciones. Es importante también que la ejecución de estas regulaciones respete los derechos humanos de los migrantes».
«El tema migratorio se puede atender a corto plazo con acciones judiciales y deportaciones. Pero hay un problema estructural en los países de donde las personas emigran. Hay problemas de seguridad, económicos y de perspectivas de futuro. Sin resolver esto, es muy difícil tener una sociedad civil estable. Es importante invertir para crear empleo y mejorar la seguridad», agregó.
Ramdin, quien en mayo sucedió a Luis Almagro y se convirtió en el primer secretario general de la OEA proveniente de Surinam, está preparando la Asamblea General del organismo que se celebrará del 25 al 27 de junio en Antigua y Barbuda.
«Será mi primera Asamblea General en esta posición, lo cual es significativo, especialmente por ser un caribeño elegido para este cargo tras casi 70 u 80 años. Segundo, que se celebre precisamente en un país caribeño lo hace aún más relevante. Tercero, queremos que los Estados miembros aprueben planes para fortalecer la organización, hacerla más eficaz y transparente y demostrar la importancia del multilateralismo», indicó.
Recalcó que «la OEA tiene un presupuesto modesto, menos de 100 millones de dólares, pero hacemos mucho con eso. Queremos demostrar que somos relevantes».
Por Eduard Ribas i Admetlla / EFE