La ciudad de Nueva York anunció este martes la creación de una oficina para atender a los solicitantes de asilo que han llegado en masa en los últimos meses a la ciudad y cuyo número, según datos oficiales, supera los 30.000, tras llegar a 50.000 en abril, lo que desató una crisis humanitaria ante el desbordamiento de los servicios públicos.
El alcalde neoyorquino Eric Adams presentó este martes un plan que dibuja las nuevas políticas de la ciudad para responder a esta avalancha de inmigrantes, mayoritariamente de venezolanos.
La crisis se desato luego de que el gobernador republicano, comenzaron a fletar autobuses cargados de inmigrantes hacia Washington y Nueva York, como una manera de presión a los demócratas, que controlan el Gobierno federal y también las alcaldías de ambas capitales.
La iniciativa adelantada por Adams incluye, según un comunicado, el establecimiento de centros para solicitantes de asilo que estarán abiertos permanentemente y un programa para facilitar el empleo de estas personas, en el que participará la universidad estatal.
Una de las quejas más repetidas por los inmigrantes es la lentitud en el tratamiento de sus solicitudes de asilo, que pueden llevar hasta dos años, un plazo durante el cual no consiguen permisos de trabajo y solo pueden aspirar a empleos ilegales.
Con información de EFE