El laborista Keir Starmer se ha convertido este viernes en el primer político con el título de ‘caballero’ (‘sir’) que asume como primer ministro británico desde el conservador Alec Douglas-Home en 1963.
Otros antiguos jefes del Gobierno recibieron este título o el de lord una vez que dejaron el poder, como ha sido el caso de David Cameron (lord), Tony Blair (sir) o John Major (sir).
A Starmer le fue concedido el título honorífico por la fallecida reina Isabel II en 2014 por sus «servicios al derecho y la justicia penal», ya que fue fiscal general entre 2008 y 2013.
Entre otras tareas, el líder laborista tuvo una destacada labor como fiscal en casos de juicios a terroristas y bandas del crimen organizado.
El laborismo consiguió una aplastante victoria en los comicios de ayer, al ganar 412 escaños, 211 más que en los de 2019, con lo que puso fin a catorce años de gobiernos conservadores.
Más temprano
El líder laborista, Keir Starmer, ganador de las elecciones generales celebradas en el Reino Unido, entró este viernes en el palacio de Buckingham, residencia oficial del rey Carlos III, para ser nombrado nuevo primer ministro por el soberano.
Durante su audiencia con el rey, un trámite constitucional de rigor tras unas elecciones generales, el soberano encarga al vencedor la formación del nuevo Gobierno, con el que en este caso se pone fin a 14 años de Ejecutivos conservadores consecutivos.
Al término de su encuentro con el monarca británico, Starmer se dirigió a Downing Street, residencia y despacho oficial del primer ministro de este país, donde pronunciará su primer discurso a la nación como jefe de Gobierno.
Starmer se impuso en los comicios generales celebrados este jueves a los conservadores de Rishi Sunak de manera arrolladora, con una histórica mayoría absoluta, con 412 escaños, cuando apenas quedan 2 circunscripciones por contabilizarse, que se conocerán mañana.
No obstante, pese al buen resultado, los de Starmer no superaron el récord de 418 logrado en 1997 por el antiguo dirigente Tony Blair.
Por su parte, los conservadores de Rishi Sunak se hundieron en una crisis sin precedentes, con solo 121 escaños, de 365 logrados en los comicios de 2019, que ganó Boris Johnson con su promesa de ejecutar el Brexit.