Tres trabajadores que quedaron atrapados este jueves a 900 metros de profundidad en una mina de potasa en la localidad española de Súria (Barcelona) murieron en el accidente, confirmaron fuentes del Gobierno regional de Cataluña.
Efectivos de Bomberos y de Policía siguen trabajando para rescatar los cuerpos de los tres operarios, junto a los equipos de Iberpotash, empresa que explota la mina en esta localidad de la región española de Cataluña, aunque las labores son complejas dado que la zona del accidente es muy inestable.
El accidente ocurrió a las 08:53 hora local debido a un desprendimiento en una galería de la mina, a la que se desplazaron nueve dotaciones de Bomberos, entre ellos del Grupo de Actuaciones Especiales y un helicóptero para emergencias sanitarias, así como efectivos de los Mossos d’Esquadra -la Policía de Cataluña-, incluidos agentes del Grupo de Subsuelo.
La empresa Iberpotash declinó hacer comentarios por el momento hasta que reúna más información sobre el accidente laboral.
Fuentes sindicales aseguraron que el accidente lo causó un desprendimiento de liso, una cara plana y extensa de roca, lo que habitualmente se intenta impedir mediante la técnica del bulonaje, que consiste en colocar anclajes y una malla metálica que eviten que el techo ceda.
En la mina trabajan entre 800 y 900 personas, de modo que en el momento del accidente el turno debía estar conformado por entre 200 y 300 empleados, añadieron estas fuentes, que advirtieron de que «las medidas de seguridad no son las que deben ser».
En junio de 2020, dos empleados de Montajes Rus, subcontrata de Iberpotash, murieron en sendos accidentes laborales en otra mina en Cataluña, después de que unas piedras de grandes dimensiones les cayeran encima, tras lo que fue suspendida la producción y posteriormente la empresa cerró la explotación.
A diferencia de esta mina, en la de Súria la empresa no tenía subcontratados -algo que han rechazado históricamente los sindicatos- los trabajos de bulonaje para asegurar las galerías.
Iberpotash forma parte de ICL Iberia, filial del grupo ICL, con oficinas centrales en Israel.
El presidente del Gobierno catalán, Pere Aragonès, lamentó el accidente y trasladó «todo el apoyo a las familias de los mineros afectados» y a sus compañeros. EFE