Estados Unidos acusó este martes a Rusia de estar incumpliendo el Nuevo START, el último tratado nuclear entre las dos potencias, al no permitir que técnicos estadounidenses realicen inspecciones en territorio ruso.
El Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, hizo esa acusación contra Rusia en un informe que el Departamento de Estado envió al Congreso para informarle de la situación del Nuevo START, que fue firmado en 2010 y prorrogado en 2021 durante cinco años más.
EE.UU. había intentado sin éxito negociar con Rusia para que se reanudarán las inspecciones de armamento nuclear sobre el terreno, que llevan pausadas desde 2020, primero por la pandemia y después por las limitaciones a los viajes entre los dos países tras la invasión rusa de Ucrania.
Al no haber conseguido avances, el Gobierno de Biden decidió acusar formalmente a Rusia de incumplir el tratado.
Según el Departamento de Estado, la negativa rusa a las inspecciones «amenaza» la capacidad de EE.UU. para ejercer algunos de los derechos de control de armamentos que recoge el Nuevo START y, especialmente, «amenaza la viabilidad del sistema de control de armamento entre Estados Unidos y Rusia».
Además de las inspecciones, Estados Unidos asegura que Rusia no ha cumplido con otra de las obligaciones que recoge el Nuevo START: la celebración de una comisión bilateral sobre el tratado.
Rusia argumenta que no se dan las condiciones para la celebración de reuniones de esa comisión bilateral y culpa de ello a la retórica y a las acciones de EE.UU. -el mayor suministrador de armamento a Ucrania-, al que también acusa de provocarlo constantemente.
Justo este martes, Estados Unidos y Rusia habían reanudado los contactos sobre control de armamento con reuniones en Moscú.
Firmado en 2010 por los entonces presidentes estadounidense y ruso, Barack Obama y Dmitri Medvédev, el Nuevo START limita el número de ojivas nucleares de largo alcance que cada país puede tener desplegadas a 1.550.
También restringe el número de vehículos y sistemas de lanzamiento que pueden tener desplegados o en reserva ambos países, pero su pieza fundamental es el régimen de verificación que el tratado establece para asegurar que se cumplen estos límites.
En concreto, tanto Estados Unidos como Rusia pueden llevar a cabo hasta 18 inspecciones al año de los arsenales nucleares del otro sin dar apenas tiempo al país receptor para prepararse: los técnicos dan aviso 32 horas antes de llegar y después eligen el lugar que quieren examinar, que debe ser respetado por las autoridades receptoras. EFE