El ministro de Defensa de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, reconoció este martes en una sesión del Congreso que la muerte de un hombre de 46 años en Bogotá, que desató una ola de protestas, es responsabilidad de los policías que intentaron detenerlo hace una semana.
«Unos policías mataron a un ciudadano colombiano, deshonraron el uniforme, violentaron las normas de comportamiento ético, desconocieron todo el esfuerzo de formación de la institución», dijo el jefe de la cartera de Defensa durante su intervención como «invitado» en una sesión virtual del Senado.
Trujillo aseguró que «ya se están tomando las decisiones» del caso y que los dos policías involucrados en el arresto con violencia excesiva de Javier Ordóñez, en el cual usaron en repetidas ocasiones una pistola eléctrica Táser hace una semana, fueron suspendidos del servicio, mientras que otros cinco también están apartados del cargo mientras se hace la investigación.
«Y por supuesto que la Policía está dispuesta a continuar contribuyendo al mejor avance de las investigaciones para que las autoridades penales tomen las decisiones que correspondan según el nivel de responsabilidad que tengan, y de igual manera se viene actuando con otros policías que puedan estar presuntamente involucrados en violaciones a la ley», dijo el ministro en la sesión que se extendió por casi siete horas.
La muerte de Ordóñez desató una ola de protestas en varios lugares del país que los pasados miércoles y jueves dejaron 13 muertos, diez de ellos en Bogotá y tres en la vecina localidad de Soacha, de las cuales se responsabiliza también a la Policía por haber disparado para contener los actos vandálicos en los que degeneraron las manifestaciones.
EFE.