Tras 53 años de dinastía en el poder en Siria, la madrugada del domingo 8 de diciembre cayó la dictadura de Bashar Al Assad.
La agencia Reuters reportó que Al Assad huyó de Damasco, en un avión, cuando las fuerzas rebeldes se acercaron a la capital siria, luego de 11 días de una veloz ofensiva contra el régimen, en la que lograron tomar el control de importantes ciudades como Alepo, Hama y Homs.
La cúpula militar de Assad, que era apoyado por Rusia e Irán, ordenó la rendición de sus soldados ante la llegada de los rebeldes a Damasco.
En las redes sociales circularon videos en los que se veía a ciudadanos saliendo a las calles a celebrar la llegada de los rebeldes a la capital.
Tras la huida de Al Assad, el primer ministro sirio, Mohamed Ghazi al Jalali, dijo en un video que tiende su mano a «todo sirio que se interesa por este país para preservar sus instituciones».
«Estoy en mi casa, no la he abandonado porque pertenezco a este país y no conozco ningún otro país. Es mi patria. En estas horas en las que la gente siente preocupación y temor (…) Yo, por las instituciones del Estado, que no son mi propiedad ni de cualquier otra persona, sino que son de cada ciudadano sirio. Extendemos nuestra mano a todo sirio que se interesa por este país para preservar sus instituciones«, dijo.
Bashar Al Assad estuvo en el poder desde el año 2000, tras la muerte de su padre, Háfez Al Assad, quien gobernó Siria desde el año 1971.