La líder opositora María Corina Machado claificó este miércoles a los presidentes de Colombia y Brasil, Gustavo Petro y Lula da Silva, como «antiguos aliados» de Nicolás Maduro, al destacar su preocupación por las condiciones que tendrán las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela.
Durante la 54° conferencia del Consejo de las Américas (COA), que se realizó en Washington DC y en la que Machado participó de forma telemática junto al candidato unitario Edmundo González Urrutia, la líder opositora destacó el apoyo de la comunidad internacional a la causa democrática de Venezuela.
«Esto es diferente a momentos anteriores«, dijo María Corina. «Ahora tenemos un liderazgo legitimado. Tenemos un candidato que cuenta con el apoyo del pueblo y de todos los partidos políticos democráticos. Tenemos un enorme movimiento civil que está creciendo y creciendo y que cuenta con más del 80% de apoyo. Estamos viendo tensiones entre facciones del régimen porque saben que perdieron el apoyo total del pueblo venezolano. Y también estamos viendo que la comunidad internacional nos apoya en esta lucha por elecciones libres y justas«, afirmó.
Machado destacó que se han pronunciado «incluso antiguos aliados de Maduro, como el presidente Lula o el presidente Petro, que están insistiendo en la necesidad de que este proceso se lleve a cabo en condiciones justas el 28 de julio».
A su juicio, este posicionamiento de estos líderes izquierdistas latinoamericanos se da «porque se dan cuenta de que la implicación de que el resultado de esta elección tendrá enormes consecuencias, no sólo para Venezuela, sino para toda la región».
La calificación de Machado a Lula y Petro como «antiguos aliados» de Maduro se da el mismo día que el canciller colombiano, Luis Guillermo Murillo, aseguró que desde su gobierno buscan garantizar una «transición tranquila» luego de las elecciones en Venezuela.
«Esperamos que las elecciones sean justas, obviamente competitivas, libres, libres y que al menos tengamos un proceso electoral aceptable», dijo el canciller, quien afirmó que la solución a la crisis de Venezuela es una preocupación para Colombia por los casi 3 millones de migrantes venezololanos que hay en ese país y por razones de seguridad, además de las motivaciones económicas y humanitarias.
En este sentido, destacó que Colombia ha venido apoyando el proceso de negociación iniciado en México, que busca avanzar en la apertura democrática y el levantamiento de las sanciones.
«Tenemos la esperanza de que este proceso transcurra de manera aceptable. Estamos en conversaciones por canales diplomáticos con diferentes factores. El presidente Petro está hablando con el gobierno de Venezuela, obviamente, pero también con la oposición. He estado conversando con líderes de la oposición quizás durante el último año y medio aquí en Washington con todos ellos. Y lo que estamos tratando de hacer en este momento es ver si todos los candidatos pueden llegar a un acuerdo para brindar algún tipo de salvaguardia o garantías durante el tiempo posterior a las elecciones para que todos puedan participar libremente, y saber que después de las elecciones tendrá todas las garantías para seguir teniendo un proceso democrático muy dinámico», indicó.
Murillo explicó que, aunque hasta el momento no hay ningún acuerdo al respecto, la propuesta del presidente Petro, que ha sido respaldada por el presidente de Brasil, Lula da Silva, es que este eventual pacto democrático sea aprobado en un referendo.
«Ese es el nuevo proceso en el que estamos trabajando ahora y que garantizará que tengamos una transición tranquila después de las elecciones», explicó.