La madrugada de este jueves 16 de junio regresó a Caracas el Airbus A340-600, de origen iraní pero que ahora vuela bajo la pantalla de Conviasa con la matrícula YV3535.
El avión, recién transferido por Irán a Venezuela el pasado lunes 13 de junio, había intentado el miércoles volar de Caracas a Buenos Aires, pero no lo logró y tuvo que para en Bolivia.
Es que este era el segundo avión vinculado a Mahan Air, la aerolínea iraní sancionada por ser el brazo logístico de organizaciones terroristas, que intentaba volar a Argentina en menos de una semana.
La estatal venezolana tuvo que interrumpir su ruta y no llegar a Buenos Aires para evitar que la aeronave fuese incautada, como ocurrió con el avión de carga de Emtrasur, la filial de Conviasa, matrícula YV3531, que ahora está retenido en un hangar del aeropuerto internacional de Ezeiza.
La interrupción de este vuelo en Bolivia dejó cientos de venezolanos varados, tanto en Buenos Aires como en el aeropuerto internacional de Viru Viru, en Santa Cruz.
Conviasa planeaba completar su vuelo haciendo una conexión entre Santa Cruz y Buenos Aires con un avión de la línea Boliviana de Aviación, pero esto no se concretó.
Según informaron funcionarios en Bolivia, las autoridades argentinas habrían prohibido cualquier vuelo que preste servicios a Conviasa, para prevenir otro escándalo.
Otra versión que circuló entre los varados de Buenos Aires es que la aerolínea boliviana se habría negado a volar para Conviasa, pera evitar terminar involucrada en la polémica por los aviones vinculados a organizaciones terroristas.
Conviasa dejó varados a cientos de venezolanos en Argentina por temor a que retengan otro avión