Estados Unidos expresó su alarma por la decisión del régimen de Nicolás Maduro de suspender las operaciones de la oficina en Caracas del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y expulsar del país a sus 13 funcionarios.
«Estamos alarmados por la decisión de represalia de Venezuela de suspender temporalmente la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, y expulsar a su personal después de que su informe expresara profunda preocupación por la detención de la activista de derechos humanos Rocío San Miguel», manifestó la embajadora estadounidense ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, Michèle Taylor.
Por su parte, el subsecretario del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidenta, Brian A. Nichols, advirtió que «la creciente intimidación de las voces disidentes exacerba las crisis humanitaria, política y económica de Venezuela».
The expulsion of @UNHumanRights staff from Venezuela is alarming. Escalating intimidation of dissenting voices exacerbates Venezuela’s humanitarian, political, and economic crises. @ONU_es
— Brian A. Nichols (@WHAAsstSecty) February 16, 2024
Estamos alarmados por la decisión de represalia de Venezuela de suspender temporalmente la Oficina de Derechos Humanos de @ONU_es o ACNUDH, y expulsar a su personal después de que su informe expresara "profunda preocupación por la detención de la activista de derechos humanos"… https://t.co/0Ur67Lix0X pic.twitter.com/9LihHVTY9e
— Embajada de los EE.UU., Venezuela (@usembassyve) February 16, 2024