El excanciller de Brasil y asesor del presidente Lula da Silva, Celso Amorim, manifestó su esperanza de que antes del 10 de enero de 2025, fecha en que corresponde tomar posesión al nuevo presidente en Venezuela, se encuentre una solución a la crisis política en el país.
«Enero está muy lejos y nuestra esperanza es que podamos encontrar un camino aceptable para ambos, aunque no sea quizá la solución definitiva», manifestó en entrevista con el diario El País.
«Nosotros no podemos reconocer la victoria del presidente Maduro sin ver las actas, pero tampoco podemos reconocer la alegada victoria de la oposición, porque de lo contrario estamos creando un precedente gravísimo. Por mucho que sean copia de las actas oficiales. Es un verdadero impasse. Por eso llegamos a plantear la hipótesis de unas nuevas elecciones. Lo importante es intentar mantener la puerta abierta para algún diálogo y entendimiento. Es difícil, pero creo que nos interesa a todos», afirmó.
Amorim, que destacó que tanto el régimen de Maduro como la oposición rechazaron la propuesta de hacer nuevas elecciones, consideró que «no hay una salida mágica» y que es necesario que haya «un mínimo de entendimiento».
«Sabemos que es difícil, pero es el espíritu del acuerdo de Barbados. Ahora, cuando las partes ni siquiera se hablan entre sí, es mucho más difícil. Nuestro trabajo es seguir trabajando en conjunto con otros, especialmente con Colombia y México«, dijo.
En este sentido, insistió en su planteamiento de unas nuevas elecciones, que funcionen como una especie de segunda vuelta, a pesar de que esto no está contemplado en la Constitución venezolana.
«Si ambos dicen que ganaron con holgura, no deberían temer. Pero eso debería ser parte de un paquete que incluyera el respeto al perdedor en un sentido más amplio, amnistía, pero también el derecho a estar políticamente organizado y con capacidad de participar. Deberíamos ver esto incluso como una oportunidad para volver a tener un poco más de entendimiento nacional», explicó.