El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) analizó este miércoles la situación de los derechos humanos en Venezuela, al cumplirse un mes de las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Durante la sesión, fue presentado el más reciente informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
«Vemos el uso arbitrario de la fuerza, que ha causado pérdidas de vidas humanas y heridos; detenciones arbitrarias y desapariciones forzosas; persecución judicial y hostigamiento contra personas percibidas como opositores o voluntarios electorales; y censura, restrucciones a las libertades de expresión, asociación y reunión, obstáculos a la labor de defensores de DDHH», denunció la presidenta de la CIDH, Roberta Clarke.
La comisionada reportó que en el periodo post-electoral registraron 23 muertes en el marco de las protestas contra el fraude de Nicolás Maduro.
«10 de las muertes son atribuibles a fuerzas del estados, 6 de las muertes eran atribuibles a los colectivos, que axctúan con el consentimiento, tolerancia o aquiescencia del Estado», detalló.
También denunció la ejecución de detenciones arbitrarias, incluidos más de un centenar de niños y adolescentes.
Muchas de estas detenciones arbitrarias se perpetraron de forma selectiva a través de la denominada «operación tun-tun», dirigida a encarcelar a activistas, dirigentes políticos, periodistas y defensores de derechos humanos, quienes son buscados en sus casas.
Además, la presidenta de la CIDH reportó una «escalada de represión contra periodistas y medios de comunicación» y contra defensores de derechos humanos.
En este sentido, reportó la anulación de los pasaportes de al menos 36 defensores de derechos humanos.