Más de 56 millones de personas fuera de Estados Unidos vieron la victoria de los Kansas City Chiefs sobre los Philadelphia Eagles en el Super Bowl LVII de febrero pasado, un siete por ciento más que en el 2022, informó este viernes la NFL.
«El interés global en la NFL continúa acelerándose, estas cifras reflejan el emocionante crecimiento de nuestro deporte en todo el mundo», afirmó Peter O’Reilly, vicepresidente ejecutivo de negocios internacionales de la NFL.
México fue el país con más espectadores, registró 20 millones, con un promedio de 8.3 millones, 10 por ciento más respecto al Super Bowl LVI. La audiencia alcanzó un máximo de 10.2 millones durante el espectáculo de medio tiempo que protagonizó Rihanna. Fueron los números más altos en los recientes 10 años.
Después de México, Canadá presumió 17.3 millones de aficionados. El espectáculo en el intermedio fue visto por 11.9 millones.
En Sudamérica, Brasil, con 2.5 millones de espectadores, fue el país donde más se vio el Super Bowl LVII, un 19 por ciento más respecto a la edición del año pasado.
Con 6.2 millones de visualizaciones China lideró en Asia el seguimiento de dicho partido, 43 por ciento más que en el 2022.
«El Super Bowl es el pináculo de nuestra temporada y un evento cultural imperdible. Es fantástico terminar el año con tanto impulso mientras miramos hacia la próxima temporada», subrayó vicepresidente ejecutivo de negocios internacionales de la liga.
La NFL también compartió el crecimiento en el consumo de sus contenidos a través de sus distintos canales en países como Australia, África, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, México y Reino Unido.
Presumió más de 236 vistas combinadas de vídeos, 25 por ciento más que en el Super Bowl LVI.
Sus seguidores en redes sociales se incrementaron en 372.000 y ahora superan los 14.5 millones con más de 7.5 millones de interacciones generadas a partir de más de 1.700 piezas de contenido en sus distintas plataformas.
El Super Bowl LVII se transmitió en más de 190 países a través de 80 socios en más de 25 idiomas. EFE