El exministro y expresidente de PDVSA Rafael Ramírez aseguró que en Venezuela hay que luchar por la libertad de los presos políticos, así como también por salir del régimen de Nicolás Maduro.
«En medio de las penurias del día a día de la población, el estricto control sobre los medios de comunicación, la censura, la autocensura, el miedo y la insensibilidad extendida como actitud social, en estos tiempos de conformismo y ausencia absoluta de democracia participativa y protagónica, los presos políticos –estudiantes, dirigentes y líderes sociales, profesionales, trabajadores y militares secuestrados por el gobierno–, están abandonados a su suerte en manos de sus captores, los cuales, siguiendo órdenes directas y precisas de los altos jerarcas del madurismo, ejercen sobre ellos todo tipo de vejaciones», escribió en su artículo de opinión semanal.
Aseguró que la petición es para «TODOS los presos políticos, no importa de qué bando se trate, si son de la oposición o del chavismo, si son civiles o militares, trabajadores, profesionales, estudiantes, dirigentes políticos y sociales. Cualquier venezolano que sea privado de su libertad, secuestrado, al que se le violen sus Derechos Humanos Fundamentales, debe ser centro de nuestra atención, nuestra solidaridad, nuestra lucha».
«La Corte Penal Internacional está clara que en Venezuela no hay Estado de Derecho, por tanto, es ella la que debe intervenir y juzgar. Entre todos los crímenes –incluyendo crímenes de lesa humanidad– y violaciones masivas a los Derechos Humanos de los que se señala al gobierno de maduro, las miles de ejecuciones extrajudiciales, las razzias en los barrios pobres, las miles de detenciones arbitrarias, las torturas, las muertes en custodia, los miles de “falsos positivos”, la identificada por tales organismos, y la judicialización de la política, se determina en una categoría que la ONU reconoce como grave, la “represión selectiva». Es decir, el gobierno reprime, persigue y encarcela a dirigentes políticos –civiles y militares–, que somos capaces de crear opinión, de colocar en riesgo su discurso y sus políticas, por el peso específico de cada uno de nosotros, los que estuvimos al lado del presidente Chávez, los que fuimos sus ministros, ocupando altos cargos en el Estado y en la Revolución, los que representamos un peligro para el madurismo porque somos dirigentes políticos de izquierda, como conocedores de la materia o simplemente porque reivindicamos y representamos al chavismo, al socialismo», agregó.
Insistió en que «no se pueden aceptar las ejecuciones extrajudiciales del gobierno, y a sus policías enmascarados en los barrios pobres de las ciudades del país. Los crímenes de la policía en Río de Janeiro o las “limpiezas” de los paramilitares en los barrios de Colombia, palidecen ante las 14.000 ejecuciones extrajudiciales del FAES y otros cuerpos judiciales en los barrios de Caracas y otras ciudades del país».