Evidenciando una vez más la falta de independencia de poderes, Nicolás Maduro designó al magistrado chavista del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Calixto Ortega Ríos, como embajador ante los tribunales internacionales en los Países Bajos, aunque está sancionado por la Unión Europea.
Como parte de sus responsabilidades en el país europeo, Ortega deberá representar al régimen chavista ante la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, la Corte Penal Internacional (CPI) y otros organismos y tribunales internacionales establecidos en La Haya.
Calixto Ortega ha sido un leal discípulo del chavismo desde sus comienzos. En 1999 fue miembro de la Constituyente que se encargó de redactar la nueva Constitución impulsada por Hugo Chávez.
Fue diputado de la Asamblea Nacional (AN) en dos partidos, entre 2000-2005 y 2006-2010, en representación de los partidos Movimiento Quinta República (MVR) y Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Posteriormente ejerció algunos cargos diplomáticos, llegando a ser nombrado viceministro para Europa del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En 2015 intentó volver a la AN como candidato por el estado Zulia, pero al perder el chavismo la mayoría parlamentaria, fue designado de manera exprés en un proceso irregular como magistrado de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia.
Desde su cargo en el máximo tribunal, suscribió sentencias que socavaron el estado de derecho y el orden democrático del país, razón por la cual fue sancionado por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.
En abril de este año, la cuestionada Asamblea Nacional chavista ratificó a Ortega para repetir en el cargo como magistrado del TSJ por otros 12 años más.