El partido Vente Venezuela rechazó las recientes declaraciones de funcionarios públicos y dirigentes políticos en Colombia, Perú Panamá y Argentina, que generalizan y estigmatizan a los migrantes venezolanos.
La organización consideró como «irresponsable» que se vincule a las comunidades de venezolanos que viven en sus ciudades y países con la criminalidad y la inseguridad que viven. «Esta táctica, que pretende exculpar a las autoridades de su responsabilidad en la atención de sus problemas, termina por ser muy peligrosa e injusta», denunció Vente Venezuela.
A continuación el comunicado:
Desde la Coordinación de Venezolanos en el Exterior de Vente Venezuela, queremos rechazar categóricamente las recientes declaraciones que han surgido en varios países de la región contra nuestros conciudadanos venezolanos, alentando la xenofobia contra ellos. Tal es el caso de la alcaldesa mayor de Bogotá, Claudia López; de la diputada Zulay Rodríguez, de Panamá; del candidato presidencial peruano Daniel Salaverry; y de la directora de migraciones de Argentina, Florencia Carignano. Éstas son solo algunas de las expresiones que en tiempos recientes hemos escuchado en varias naciones del hemisferio.
Todas ellas han pretendido generalizar y estigmatizar de forma irresponsable a las comunidades de venezolanos que viven en sus ciudades y países, vinculándolas con la criminalidad y la inseguridad que viven. Esta táctica, que pretende exculpar a las autoridades de su responsabilidad en la atención de sus problemas, termina por ser muy peligrosa e injusta.
Son cerca de siete millones de venezolanos que han tenido que huir de su país. No lo hacen por placer, sino por necesidad. Prefieren caminar por semanas y arriesgar sus vidas en el intento de conseguir una mejor situación personal y familiar, antes que condenarse a morir de hambre y miseria en su país. La inmensa mayoría de quienes han tenido que migrar forzadamente lo han hecho con la intención de aportar lo mejor de sí, de trabajar dignamente y de destacarse en lo que puedan hacer, mientras subsisten. Muchos otros, con inmensas necesidades, buscan cómo sobrevivir en el día a día, pero sabiendo que, donde están, están mejor que en Venezuela. Todos lo hacen honradamente.
El crimen y la delincuencia existen en todas partes y no tienen pasaporte ni nacionalidad. Pretender asignar gentilicio a los delitos, sólo busca generar crispación y rechazo hacia la mayoría de los venezolanos migrantes y refugiados que han tenido que huir despavoridamente del infierno socialista. La justicia debe recaer sobre cualquiera que infrinja la ley, sea de la nacionalidad que sea, y por eso creemos que lo principal es la individualización de la conducta, pero jamás aceptaremos que se diga que los venezolanos, en su conjunto, son delincuentes o han llegado para quitarle el trabajo y el alimento a los nacionales de otros países.
Ha sido Migración Colombia quien ha aclarado que apenas el 1,8% de los delitos que ocurren en ese país son cometidos por venezolanos. Sin embargo, luego de las vergonzosas y repudiables declaraciones de la alcaldesa mayor de Bogotá, por ejemplo, hubo un aumento del 576% de mensajes xenofóbicos en redes sociales contra los venezolanos, de acuerdo con información de medios. La irresponsabilidad de quienes ostentan cargos públicos y de poder traen como consecuencia que se exacerben reacciones sobre un problema que no tiene la magnitud ni las consecuencias, desde el punto de vista de la nacionalidad venezolana, que algunos quieren hacer ver. Es desproporcionado.
Desde Vente Mundo celebramos las recientes medidas de protección temporal a nuestros conciudadanos, otorgadas por los gobiernos de República Dominicana, Colombia y Estados Unidos y que beneficiarán a más de dos millones de venezolanos en esos países, dándoles documentación y regularizando su situación legal. Invitamos a los demás gobiernos de la región a seguir esos ejemplos e impulsar medidas que, lejos de rechazar y de estigmatizar a los venezolanos, les permita insertarlos en la dinámica de sus países.
Sin embargo, también resaltamos que, si bien el alivio y la atención a la consecuencia que ha generado el régimen venezolano son necesarios, la comunidad democrática internacional debe articular esfuerzos y asumir con voluntad y determinación la atención a la causa del problema. Mientras no se detenga y se logre la salida del poder del régimen criminal de Venezuela, se incrementará el número de desplazados y migrantes. Nuestro drama no es contenible dentro de nuestras fronteras y sólo atacando la causa del problema podremos detener el sufrimiento y la huida de los venezolanos.
La mejor ayuda humanitaria y la mejor medida de protección para los venezolanos es su libertad y la liberación de Venezuela. Con ello, no sólo serán millones los que regresen, sino que recuperaremos nuestro país y éste volverá a ser el punto de encuentro de tantas historias y de tantas ganas de salir adelante con libertad, justicia, prosperidad y, sobre todo, con mucha memoria, para que esto no vuelva ocurrir.
A los venezolanos que hoy padecen este drama, les reconocemos sus enormes esfuerzos y sacrificios. Estamos con ustedes, les pedimos que no se detengan, que resistan y que sigan luchando. No son culpables de las expresiones populistas de odio hacia ustedes que sólo buscan ganar rédito político utilizándolos como excusa. La libertad nos encontrará pronto en Venezuela.