En el marco del primer aniversario de la histórica jornada electoral del 28 de julio de 2024, la asociación civil Alianza por Venezuela realizó la proyección del documental “Todos lo saben” en el Centro Venezolano Argentino Araguaney, como parte de su programa Derechos Humanos y Democracia.
El documental, producido por La Gran Aldea, reconstruye el momento en que millones de venezolanos —dentro y fuera del país— alzaron su voz en las urnas y en las calles con una exigencia clara: cambio, justicia y libertad.
La actividad, que convocó a decenas de asistentes, estuvo seguida de un conversatorio para reflexionar sobre la magnitud del proceso vivido hace un año.
Primavera democrática
La exrectora del CNE y directora del Observatorio Global de Comunicación y Democracia, Griselda Colina, sostuvo que lo ocurrido el 28J fue una gesta que marcó un hito democrático.
“Fue la ciudadanía la que impulsó esa primavera democrática. Una campaña sin dinero, pero con mucho valor. La gente salió, recogió pruebas, documentó todo. Aunque no se logró el objetivo final, no nos han vencido ni nos hemos conformado. Venezuela no es un país vencido, y eso hay que decirlo con fuerza”, expresó Colina.
El director de Transparencia Electoral, Eduardo Repilloza, explicó que antes del 28 de julio las trampas del chavismo «eran quirúrgicas», pero esta vez en la elección presidencial no hubo totalización. «Se inventaron números en una oficina. Eso dejó en evidencia que ya no pueden hablar del voto como una herramienta legítima mientras no haya transparencia”, afirmó.
El politólogo Walter Molina destacó que lo vivido fue el resultado de un país que ya no acepta la normalización del miedo y la represión.
“Emergió una Venezuela subterránea, deseando ser libre. No es normal tener que hablar bajito, que te revisen el teléfono o vivir sin servicios. Una mayoría silenciosa se rebeló, esperó ese momento, y lo protagonizó”, resaltó Molina.