La Corte de Apelaciones de París emitió este jueves una sentencia donde reafirma el derecho de todas las víctimas de los implantes mamarios franceses de la marca Poly Implant Prothèse (PIP) a cobrar una indemnización completa, reconociendo la responsabilidad de la gigante certificadora alemana TUV Rheinland (TUV).
El caso PIP representa una de las más grandes demandas sanitarias conocidas mundialmente, el cual afecta a más de 300.000 víctimas de distintos países y nacionalidades, incluyendo venezolanas.
Estas mujeres han sido portadoras de estas prótesis mamarias declaradas de alto riesgo para la salud en el año 2010 por la autoridad francesa, por estar rellenas de un gel de silicona no autorizado declarado nocivo, encapsulado en una membrana de alto porcentaje de roturas, explica una nota de prensa.
Luego de tantos años, finalmente este 20 de mayo de 2021 la Corte de París resolvió definitivamente el caso PIP, cuya ejecución implicará el pago de una indemnización completa por parte de TUV a cada una de las demandantes, lo cual es de ejecución inmediata.