El fiscal general chavista Tarek William Saab confirmó este martes la detención de quien fuera el «hombre fuerte» y de confianza del régimen, Tareck El Aissami, luego que se reveló la trama de corrupción conocida como PDVSA-Cripto.
Tareck Zaidan El Aissami Maddah nació en El Vigía, estado Mérida, el 12 de noviembre de 1974. Es abogado y político de ascendencia siria y libanesa.
Fue jefe de la Misión Identidad en 2003. Fue diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela por el estado Mérida en el año 2006.
Durante el 2007 y el 2008 fue viceministro de Seguridad Ciudadana, siendo desde septiembre de 2008 hasta octubre de 2012 ministro de Relaciones Interiores y Justicia.
En paralelo fue designado en 2011 vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) para la región de los Andes designado por el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cargo que luego dejaría en enero de 2013 para asumir la vicepresidencia del PSUV para la región Centro-Occidental, sucediendo a Nicolás Maduro.
En el 2012, El Aissami fue nombrado candidato para la gobernación de Aragua en las elecciones regionales, cargo que ganó con el 55,56% de los votos.
El 13 de febrero de 2017 fue sancionado por el gobierno de EEUU por su presunta participación en lavado de dinero y narcotráfico. El Departamento del Tesoro estadounidense aseguro que El Aissami facilitó el embarque de más de 1,000 kilos de droga desde Venezuela a México y EEUU, denuncia que incluyó el empresario venezolano Samark José López Bello considerado el “testaferro” de El Aissami.
El 4 de enero de 2017 Maduro lo nombró vicepresidente, en sustitución de Aristóbulo Istúriz.
Entre tanto, desde el 14 de junio de 2018 y hasta el año 2020, El Aissami ordenó el desmontaje de 746 celdas electrolíticas de Alcasa y Venalum.
Desde el 2019 enfrenta cargos de narcotráfico ante la Corte Federal de Manhattan (EE.UU.), por lo que se encontraba dentro de la lista de los más buscados del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE).
Tres días antes de su renuncia, el régimen de Maduro comenzó a ventilar la trama de corrupción dentro de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Luego de 72 horas de silencio, El Aissami salió a la luz, solo en el mundo cibernético, para comunicar su dimisión, que se convirtió en la más alta factura de esta cruzada emprendida por Nicolás Maduro, la cual se saldó con 61 detenidos, todos imputados, entre otros delitos, por «traición a la patria».