La necesidad de justicia pudo más que el miedo. El sargento primero de la Fuerza Armada, Jhonatan Rangel, uno de los casi 200 presos políticos militares que el régimen de Maduro mantiene en los calabozos, se atrevió a denunciar ante un juez las torturas de las que ha sido víctima.
Rangel fue desaparecido forzosamente el 18 de marzo de 2020 y no se supo nada de él hasta que fue presentado ante un tribunal de terrorismo en Caracas casi 10 días después, el 27 de marzo de ese mismo año.
Esta semana, durante una audiencia por el caso denominado «Operación Constitución», el sargento Rangel narró ante el juez cómo fue torturado y violado sexualmente.
El prisionero político acusó al teniente coronel Alexander Enrique Granko Arteaga, uno de los altos mandos en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), de haber dirigido personalmente las torturas en su contra, según reveló la abogada defensora de derechos humanos, Tamara Suju.
Rangel contó ante el juez cómo fue secuestrado por un comando encabezado por Granko Arteaga, y llevado a un centro clandestino de torturas.
Allí fue colgado por tres días en los que fue sometido a todo tipo de torturas, abusos sexuales e incluso fue violado con un palo por un agente que recibía órdenes de Granko Arteaga. Como consecuencia de estas agresiones, Jhonatan estuvo cuatro días sangrando por la violación, sin recibir la atención médica necesaria.
¿Quién es Alexander Enrique Granko Arteaga?
Alexander Enrique Granko Arteaga, alias “Barba” es uno de los siete funcionarios que la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU identificó con nombre y apellido, señalados como responsables por las torturas que se aplican en la DGCIM y el SEBIN como parte de la “maquinaria” creada por Nicolás Maduro para reprimir sistemáticamente a la disidencia.
Nació el 25 de marzo de 1981 en Puerto Cabello, estado de Carabobo. En agosto de 1998, tras licenciarse en ciencias, ingresó en la Escuela Básica de la Fuerza Armada Nacional como cadete de primer año y en 1999 ingresó en la Academia Militar de la Guardia Nacional Bolivariana, donde se graduó en el año 2003 entre los primeros de su promoción, “Batalla Mata de La Miel”.
Granko Arteaga trabajó en el Comando Regional 9 en Puerto Ayacucho y en la cárcel del internado judicial de Carúpano, estado Sucre y luego se desempeñó como jefe de contrainteligencia a nivel nacional de la GNB en la Dirección de Inteligencia Militar de la Guardia Nacional.
Posteriormente, fue seleccionado para formar parte de la Guardia de Honor Presidencial de Hugo Chávez, donde formó parte del tercer anillo de seguridad durante tres años y forjó una estrecha amistad con Iván Rafael Hernández Dala, director de la DGCIM.
Durante su desempeño en la Guardia de Honor Presidencial, Granko Arteaga le pidió a Hugo Chávez que lo nombrara oficial de seguridad de una de sus hijas, y él accedió.
Granko Arteaga comenzó su carrera en la DGCIM como capitán y asistente de la “Ayudantía”. Era quien “llevaba la maleta” de Hernández Dala y era el jefe de su escolta.
Por ser un hombre de confianza de Hernández Dala, en 2017 fue nombrado simultáneamente jefe de la Ayudantía General y de la Dirección de Asuntos Especiales (DAE), considerado un “grupo de choque” que no figura en la jerarquía formal de la DGCIM.
Pero su relevancia dentro de la DGCIM aumentó aún más después de la masacre “El Junquito”, donde dirigió la operación en la que resultó muerto el piloto Oscar Pérez junto con al menos otras seis personas el 15 de enero de 2018.
El 1 de julio de 2020 Maduro lo ascendió del grado de Mayor al de Teniente Coronel en la categoría de Oficial de Comando, y el 29 de agosto de 2022, Granko Arteaga fue vuelto a ascender en la DGCIM Boleíta, detentando el cargo de director de la Dirección del Despacho.
Como jefe de la DAE, Granko Arteaga recibía órdenes directas del director general de la DGCIM, Hernández Dala. Pero también goza de gran cercanía con el propio Maduro, a quien ha reportado directamente.
Crímenes cometidos
La ONU ha concluido que durante el tiempo que Granko Arteaga ejerció como director de la DAE, al menos 52 personas fueron víctimas de tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes. Además, la Misión tiene motivos razonables para creer que, durante este período, al menos 59 personas fueron detenidas arbitrariamente, al menos 13 personas fueron víctimas de desaparición forzada de corta duración y al menos 6 personas fueron víctimas de violencia sexual.
Es señalado por estar involucrado en la muerte del por torturas del capitán Rafael Acosta Arévalo en junio de 2019.
La Misión de Naciones Unidas también recibió información de que Granko Arteaga está a cargo de los centros de detención clandestinos administrados por la DGCIM en diversas zonas de Caracas y sus alrededores, donde se trasladaba a prisioneros clave para torturarlos y/o extorsionarlos.
Granko Arteaga también es señalado de poseer importantes propiedades y estar implicado en el tráfico de armas y en la extracción ilegal de minerales en el estado de Bolívar.
Sanciones internacionales
Granko Arteaga ha sido objeto de las siguientes sanciones internacionales debido a su papel en la perpetración de violaciones de los derechos humanos, las cuales siguen vigentes:
- Estados Unidos: Congelación de activos bajo jurisdicción estadounidense y prohibición de participación financiera de los estadounidenses (19 de julio de 2019).
- Reino Unido: Congelación de fondos y recursos financieros, prohibición de viajar (27 de septiembre de 2019).
- Unión Europea: Congelación de fondos y recursos financieros y prohibición de viajar por las graves violaciones de los derechos humanos de los detenidos en la DGCIM, cometidas por él y por funcionarios bajo su mando.