Tras el anunció del fiscal general impuesto por la ilegítima constituyente chavista, Tarek William Saab, de solicitar órdenes de aprehensión en contra de los activistas de Vente Venezuela Henry Alviarez, Claudia Macero y Pedro Urruchurtu; el presidente de Súmate, Roberto Abdul; los dirigentes en el exilio Yon Goicoechea, Juan Guaidó, Julio Borges, David Smolansky, Carlos Vecchio, Lester Toledo y Leopoldo López; y los exministros chavistas Andrés Izarra y Rafael Ramírez por estar en contra al referéndum del Esequibo, Nicolás aseveró que no son perseguidos, sino traidores a la patria.
En cadena nacional el líder chavista sostuvo la idea «respetar el país en unión nacional, en unión cívico-militar y repudiar a aquellos que se prestan a defender los intereses de la ExxonMobil de Guyana y del imperio gringo.»
«Hacen un plan con el imperio gringo para tratar de confundir al pueblo de Venezuela y meten un poco de billete. Conspiran. Conspiran. Reciben billete de los gringos. Conspiran en la mayor impunidad. Y cuando viene la fiscalía y actúa la justicia, salen a lloriquear, a llorar. Y a decirse que son perseguidos. Perseguidos no, traidores a la patria es lo que son. Cuando el pueblo de Venezuela se ha alzado en una sola voz para rescatar su tierra, sus derechos legítimos, para parar el abuso de la ExxonMobil que se pretende coger nuestros mares, salen los traidores a la patria financiados por la hecho móvil,» dijo.
El régimen de Nicolás Maduro empezó el miércoles una nueva ola de persecución en contra de dirigentes opositores y del chavismo disidente, que ha sido rechazada por Human Rights Watch, expresidentes de España y Latinoamérica y partidos políticos.