En el marco del Día de la Juventud, distintas organizaciones civiles lideradas por jóvenes y el movimiento estudiantil rechazaron la actual indiferencia institucional hacia las necesidades de esta población, así como los ataques sistemáticos del Estado a las distintas agrupaciones que reúnen a los jóvenes en Venezuela.
De hecho, Gabriele Colasante, representante de la plataforma de participación juvenil Gritemos con Brío ofreció un balance sobre la situación. Aseguró que por más de dos años consecutivos las universidades autónomas y experimentales no han recibido ningún tipo de presupuesto, más allá de los bajos salarios de sus profesionales y trabajadores.
A su juicio, “Venezuela se ha convertido en uno de los cinco países que menos clases presenciales ha tenido durante la pandemia, lo que implica severas consecuencias de aprendizaje para los jóvenes más pobres del país”.
Los responsables
“¿Quién responde por esta crisis educativa y por los salarios que le han robado al sector de los educadores? ¿Nadie se hará responsable por este cierre técnico de la educación en el país? ¿Nadie será capaz de priorizar a los educadores y devolver sus ingresos?”, cuestionó Colasante.
Sostuvo que la política de seguridad ciudadana ha convertido a los funcionarios armados en una amenaza para los jóvenes del país en su intento por enfrentar a las megabandas, otro peligro incluso mayor, pues en ocasiones reclutan de manera forzosa a miles de compatriotas.
Resulta claro que la actualidad laboral es también compleja, con jornadas que en ocasiones superan las 10 horas diarias y salarios que promedian los 50$ al mes en el sector privado e incluso menos en el sector público, incluyendo a los nuevos maestros, médicos, bomberos, policías y militares del país, haciendo casi imposible para muchos soñar con un vehículo, una vivienda o formar una familia.
En su mensaje, Colasante mencionó la lucha que lleva adelante por sus derechos y la equidad, las jóvenes mujeres que buscan representación y trabajan por acabar con la violencia de género, la comunidad LGBTIQ+ que exige sus derechos plenos como venezolanos y a los grupos indígenas, que enfrentan amenazas existenciales a sus poblaciones y modos de vida.
Para el vocero de Gritemos con Brío, no debe olvidarse a los más de dos millones de jóvenes que según estimaciones, han abandonado el país, muchos de ellos con solo una maleta e incluso caminando. Por esa razón, el movimiento estudiantil exige que cesen los ataques a la migración venezolana, y se entienda de una vez que un gobierno corrupto los expulsó”.
Venezuela no se ha arreglado
Por otro lado, Paola Martínez, presidenta de la Federación de Estudiantes Universitarios por los Derechos Humanos (FEDEHU) expresó que “Venezuela no se ha arreglado. Somos los jóvenes los que hemos buscado cambiar las dificultades. Y en ese tránsito, tenemos 250 presos políticos. Muchos jóvenes fueron asesinados por el régimen durante las manifestaciones de calle de los últimos años pidiendo justicia. Y por ello, tenemos fe y esperanza en la investigación que va a hacer la Corte Penal Internacional (CPI) acá en Venezuela”.
Resaltó, durante el año 2021 ocurrieron más de 200 robos a las universidades autónomas del país, por lo que considera vital que el Estado rinda cuentas ante el abandono en materia de seguridad de la comunidad universitaria.
Entretanto, Gabriel Cabrera, vocero del Centro de Activismo y Desarrollo Democrático (CDD LATAM) destacó que los jóvenes que en el 2014, 2017 y 2019 lideraron las protestas, en el presente han pasado a una etapa de activismo que busca tener una incidencia más organizada especialmente en el plano internacional y por eso creen que la investigación del tribunal internacional penal de La Haya debe finalizar con un juicio a Nicolás Maduro.
Por último, los tres jóvenes activistas señalaron que los motiva el mensaje de Neomar Lander, joven caído en el año 2017. “Sabemos que esta larga lucha, valdrá la pena, que viviremos en una Venezuela libre y que no quedará en vano el propósito de Neomar Lander y todos aquellos que han compartido este sueño”, concluyó Gabriele Colasante.