El líder opositor venezolano, Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado por un grupo de países, se pronunció este sábado sobre el canje de siete rehenes estadounidenses, que permanecían presos en Caracas, por los dos sobrinos de Cilia Flores que cumplían condena en Estados Unidos por tráfico de drogas.
Mediante un comunicado, Guaidó aseguró que este intercambio de prisioneros «prueba una vez más que en Venezuela opera un régimen criminal, vinculado al narcotráfico, que (como lo hemos denunciado insistentemente) además de ser una amenaza para la seguridad de las personas de cualquier nacionalidad en el país, es un riesgo para toda la región y el hemisferio».
Guaidó precisó que no estuvo involucrado en la decisión de Estados Unidos de proceder con este canje, que consideró como una decisión «soberana y en potestad».
«Nuestro interés y objetivo es liberar a Venezuela y a todos los presos políticos civiles y militares hoy secuestrados y torturados por la dictadura. En ese sentido, exhortamos a todos los actores y aliados internacionales que defienden los valores de la democracia y la libertad, a no olvidar que de acuerdo a la Misión de Determinación de Hechos de la ONU en Venezuela impera una “maquinaria de represión” que pretende perpetuarse en el poder», manifestó el líder opositor.
Por último, sostuvo que «cualquier gesto debe ir en la dirección de recuperar la institucionalidad democrática, derrotar la dictadura y defender el respeto de los derechos humanos. Cualquier otra dirección sería perjudicial para Venezuela y el mundo entero. Estamos y estaremos siempre con el pueblo venezolano y su irrenunciable lucha por la libertad».
A continuación el comunicado íntegro:
La dictadura que ha operado en Venezuela durante años ha pretendido la excarcelación de los narcotraficantes Franqui Francisco Flores y Efraín Antonio Campo Flores, sobrinos del dictador Maduro y Cilia Flores, quienes fueron condenados por narcotráfico a más de 18 años de cárcel en los Estados Unidos, y ya han cumplido 7 años respondiendo ante la justicia de ese país, después de ser capturados en el año 2015.
Hoy conocimos que la dictadura de Nicolás Maduro canjeó a estos dos criminales venezolanos por 7 rehenes estadounidenses que mantenía secuestrados.
Esto prueba una vez más que en Venezuela opera un régimen criminal, vinculado al narcotráfico, que (como lo hemos denunciado insistentemente) además de ser una amenaza para la seguridad de las personas de cualquier nacionalidad en el país, es un riesgo para toda la región y el hemisferio.
El gobierno de los Estados Unidos decidió proceder con el intercambio, una decisión soberana y en potestad de nuestros aliados, en la que el Gobierno Encargado de Venezuela no tuvo nada que ver. La liberación de 7 estadounidenses secuestrados por la dictadura de Maduro es una buena noticia para sus familias. Nadie merece vivir el infierno que viven millones de venezolanos bajo un régimen que viola sistemática y masivamente sus derechos humanos. Tal como lo ha señalado la ONU, Maduro ordena directamente los crímenes de lesa humanidad en Venezuela.
Nuestro interés y objetivo es liberar a Venezuela y a todos los presos políticos civiles y militares hoy secuestrados y torturados por la dictadura. En ese sentido, exhortamos a todos los actores y aliados internacionales que defienden los valores de la democracia y la libertad, a no olvidar que de acuerdo a la Misión de Determinación de Hechos de la ONU en Venezuela impera una “maquinaria de represión” que pretende perpetuarse en el poder.
Cualquier gesto debe ir en la dirección de recuperar la institucionalidad democrática, derrotar la dictadura y defender el respeto de los derechos humanos. Cualquier otra dirección sería perjudicial para Venezuela y el mundo entero. Estamos y estaremos siempre con el pueblo venezolano y su irrenunciable lucha por la libertad.