El ciudadano peruano Renzo Yasir Huamanchumo Castillo, quien permaneció 10 meses secuestrado por el régimen de Nicolás Maduro, relató en entrevista con DNews las condiciones de reclusión y las torturas que sufrió en la cárcel de El Rodeo.
Huamanchumo describió la celda como un espacio mínimo de cemento, con un olor insoportable y sin instalaciones básicas. “No había lugar para hacer el baño, era un hueco donde tenías que hacer tu servicio y bañarte en el mismo lugar. Nos daban un litro de agua que debía durar hasta 30 horas”, señaló, recordando el miedo constante de quedarse sin agua ni recursos.
El ex rehén aseguró que desde el primer día fue sometido a golpes y maltratos, en un ambiente que calificó como “más que tortura”.
“Las luces nunca se apagaban, el sonido siempre horrible. Una vez me levanté con una tarántula del tamaño de mi mano. Nunca me dejaban solo, siempre encapuchado y esposado”, relató.
Huamanchumo también recordó los gritos de «libertad» de otros presos venezolanos, que escuchaba desde su celda: “Era impactante, sentí que nunca iba a regresar a casa”.
Intentar comunicarse con el exterior le costó nuevas represalias: “Gritaba por las ventanas y eso no les gustaba. Tuve que pasar momentos muy difíciles cuando venían a buscarme”.
Actualmente, el ex rehén, quien se encuentra en Lima tras haber sido liberado en un canje de prisioneros realizado por el régimen de Maduro con Estados Unidos, recibe apoyo de su familia y mantiene contacto con otros sobrevivientes.
«Es difícil, pero nos ayudamos entre nosotros. Pido a los gobiernos que no olviden a los ciudadanos que siguen allá, que los ayuden a regresar”, expresó.
El testimonio de Huamanchumo se suma a las denuncias internacionales sobre las condiciones inhumanas en las cárceles venezolanas y la persecución transnacional contra ciudadanos extranjeros y opositores políticos.













