El deterioro de las escuelas, también, es materia pendiente en el estado Apure para quienes administran el poder. Por cuanto, las instituciones educativas, se mantienen a medias, mediante ayudas solicitadas por parte de los trabajadores de la educación, a los padres y representantes.
Las reparaciones menores en los baños, levantar una pared, entre otras, van por cuenta de recoletas de los padres y representantes ante la ausencia del Estado.
Para las madres apureñas, el pago de la matrícula en el colegio, es cada vez más díficil. «Todavía me falta pagar 35 dólares de la inscripción y el primer mes del año escolar. Los uniformes aumentaron como 20 dólares, tengo que cambiarle la franela, porque pasó para primer año», destacó una afectada.
Con información de Corresponsalía La Patilla