La activista Elisa Trotta denunció que el régimen de Nicolás Maduro aplica un nuevo «patrón de persecución» que tiene como objetivo a mujeres que hacen oposición o que documentan las violaciones a los derechos humanos que ocurre en Venezuela.
En entrevista con la periodista Carmen Aristegui, en CNN en Español, Trotta resaltó que la reciente detención de la presidenta de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel, se suma a las órdenes de captura emitidas contra la defensora de derechos humanos Tamara Suju y la periodista Sebastiana Barráez, y a la arremetida en contra de la candidata opositora, María Corina Machado, lo que a su juicio tiene un patrón en común.
«Empieza a haber una persecución motivada, además de cuestiones políticas, por cuestiones de género», advirtió.
Destacó que en el caso de Rocío San Miguel también ha habido persecución en contra de su hija, Miranda Díaz, a pesar de tener ambas medidas cautelares de protección de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
«Decidieron detenerla, desaparecerla y además, como ha denunciado la Misión Independiente de Hechos de Naciones Unidas, aplicar una técnica utilizada en la Alemania nazi en contra de quienes perseguían, que se llama Sippenhaft, que justamente consiste en perseguir y apresar a los familiares de la persona», explicó.
Trotta alertó que la integridad de Rocío San Miguel está en riesgo pues se encuentra detenida en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) de El Helicoide «que es el centro de torturas más grande de América Latina».
Política represiva
En la entrevista con CNN en Español también participó la jefa de la Misión de Determinación de Hechos de la ONU, Marta Valiñas, quien destacó que Rocío San Miguel es «una persona reconocida nacional e internacionalmente, muy respetada» por su labor como defensora de derechos humanos y especialista en temas de seguridad.
Valiñas advirtió que en Venezuela se registra un cierre del espacio cívico cada vez mayor, con medidas como la detención de San Miguel o la expulsión de los funcionarios de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos que trabajaban en Caracas.
«Esta decisión es una de varias decisiones que vemos como un cierre por parte de las autoridades venezolanas a cualquier crítica a su actuación, aunque sea una crítica constructiva, sobre el respeto de derechos humanos (…) Esto hace parte de esta política represiva que ha sido típica de las autoridades venezolanas en los últimos años de limitación del espacio cívico dentro del país, que restringe y oprime cualquier tipo de opinión distinta a las políticas del gobierno», dijo Valiñas.
En este sentido, Elisa Trotta enfatizó que esta ola persecutoria se da en un contexto electoral, violando acuerdo suscrito por el régimen de Maduro en Barbados, en octubre del año pasado, en el que se comprometía a promover garantías electorales y un clima de tolerancia política de cara a los comicios presidenciales de este 2024.
«Al día de hoy, un mes después de su detención arbitraria, hay tres miembros del partido de Vente Venezuela, el partido de la candidata María Corina Machado, que se encuentran en desaparición forzada. Hay un miembro del partido Encuentro Ciudadano en la misma condición. La situación en términos de derechos humanos, lejos de mejorar, tiende a recrudecer cada vez más. A esto se suma que están trasladando irregularmente a presos políticos a otros centros y que en Venezuela hay más de 17 centros clandestinos de tortura», denunció la activista.