Benito Antonio Martínez Ocasio, conocido popularmente como Bad Bunny, es el artista del momento. Por tercer año ocupa el primer lugar en Spotify como el cantante más escuchado del mundo, este año ganó el Grammy al mejor álbum de música urbana y la revista TIME sacó por primera vez una edición en español en su honor.
Pero detrás de la carrera artística del puertorriqueño está la sombra de un coronel venezolano que pasó de ser viceministro chavista a propietario de la productora que llevó a Bad Bunny a la fama.
Se trata de Rafael Ricardo Jiménez Dan, quien en 2014 creó Rimas Entertainment, la productora que administra, graba y publica a Bad Bunny.
La revista Billboard reveló la historia de este jerarca chavista a raíz de las negociaciones que estaría haciendo Sony Music Group para comprar el 60 % de la participación de Jiménez en la productora Rimas, valorada en total en 300 millones de dólares.
Jiménez dice que fue el único propietario de Rimas hasta 2018, cuando se asoció con Noah Assad, quien ya trabajaba en la productora, que adquirió 40% de la propiedad.
Actualmente, Assad es el manager de Bad Bunny como la cara de Rimas, mientras Jiménez se mantiene a las sombras, a pesar de tener la mayoría accionaria.
¿Quién es Rafael Ricardo Jiménez Dan?
De 56 años y oriundo del estado Portuguesa, el capitán del Ejército Rafael Jiménez se inició en el mundo de la música tocando el violín en el sistema de orquestas juveniles de Venezuela durante su infancia.
Estudió en la Academia Militar Venezolana y se graduó como Alférez Auxiliar en 1987 de tercero en su promoción, la misma de Diosdado Cabello Rondón y Jesse Chacón Escamillo.
Se retiró del ejército en 1999 y a finales de 2002 comenzó a trabajar en la Unidad Coordinadora del proyecto de modernización integral del Poder Judicial. En el año 2004 fue parte del equipo que desarrolló la página del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) como Gerente de Informática y Telecomunicaciones, y en el año 2005 es designado como Director adjunto de la Escuela Nacional de la Magistratura (ENM), reseñó Poderopedia.
También es señalado de haber trabajado con la implementación de la Misión Identidad de la mano de la Oficina Nacional de Identificación y Extranjería (Onidex, actual SAIME).
Pero la carrera Jiménez en el gobierno chavista alcanzó su punto máximo cuando Jesse Chacón lo nombró viceministro de seguridad jurídica en el Ministerio del Interior, despacho al que renunció en octubre de 2007.
Negocios con el Gobierno
Para entonces, Jiménez ya comenzaba a desarrollarse como empresario y contratista del Gobierno venezolano, en el periodo de mayor bonanza del país.
Según Billboard, en octubre de 2006 fundó una empresa de importación y exportación de alimentos, Agropecuario Ravigg C.A., que importó alimentos a Venezuela desde Brasil, Argentina y otros países.
En 2013, cuando el país comenzaba a atravesar la peor crisis de abastecimiento de alimentos, esta empresa generó una utilidad neta de 8.897.246 bolívares (1,4 millones de dólares) según el Registro Nacional de Contratistas (RNC). Solo los envíos de Ravigg de enero a mayo de 2014 sumaron un valor de 7,9 millones de dólares, según el Centro Nacional de Comercio Exterior de Venezuela (CENCOEX).
Jiménez también manejó una variedad de contratos del Gobierno venezolano a través de Rialfi Consulting C.A., una empresa que creó en agosto de 2005, siete meses antes de incorporarse al Ministerio del Interior. En agosto siguiente, cuando era viceministro, Rialfi consiguió un contrato con el Instituto Venezolano de Servicios Sociales (IVSS).
Entre 2006 y 2018, Rialfi completó 17 contratos, 15 de los cuales fueron con empresas o instituciones controladas por el Gobierno, incluida PDVSA, el Banco del Tesoro y el Banco de Venezuela.
Esto continuó tras la salida de Jiménez del Gobierno. Desde entonces, Rialfi ha ejecutado al menos 14 contratos con empresas o instituciones gubernamentales, según el documento de 2019 revisados por Billboard.
En abril de 2010, el directorio de Envases Internacionales S.A., empresa de empaques de cartón y papel, lo nombró director general, dos meses antes de que la compañía fuese estatizada por Hugo Chávez,
En total durante estos años, Jiménez controló o dirigió al menos 15 empresas en Venezuela y Panamá, y luego en Barbados, Florida y Puerto Rico, según registros corporativos.
La industria musical
El coronel retirado Rafael Ricardo Jiménez Dan hizo su primera incursión en la industria de la música en Caracas en 2011, cuando comenzó a administrar y financiar al dúo urbano Kent & Tony. Allí comenzó a hacer negocios con Assad, quien ya trabajaba con artistas puertorriqueños.
Según Billboard, en 2014 Jiménez se mudó a Weston, en Miami, donde ya había comprado una casa en 2008 por 925.000 dólares con su ahora esposa Dayva Soto Vallenilla, una exjueza venezolana.
Ese mismo año fundó Rimas Entertainment en Puerto Rico, y contrató a Assad como empleado,hasta que en 2018 se convirtió en accionista copropietario. Ya para entonces, la empresa había fichado a Benito Antonio Martínez Ocasio.
Actualmente, la productora lleva a reconocidos artistas como Arcángel, Eladio Carrión, Jowell & Randy y Tommy Torres, y cuenta con un centenar de empleados.