La Policía Metropolitana de Bogotá encontró un video como prueba para desarticular una peligrosa red de trata de personas de nacionalidad venezolana que operaba en el sur de Bogotá, en un bar de la localidad de Bosa.
Según reseña El Tiempo, el video muestra a una menor de edad venezolana cuyos dedos de los pies son presionados con herramientas, mientras un hombre le pregunta: “¿te duele?” y la amenaza con matarla con un taladro.
En el lugar se encontraron tijeras con las que previamente le habían cortado el cabello mientras la apuntaban con un arma y la obligaban a decir cuál fue su error. Una y otra vez la forzaban a decir que era una prostituta.
Según explicaron los investigadores, esto ocurrió cuando la menor de edad, quien ya era víctima de trata de personas, le contó a un cliente del lugar que allí expendían licor adulterado. Como forma de retaliación, la niña fue torturada por sus captores sin la más mínima piedad. Quedó con graves heridas en su cuerpo y un daño psicológico irreparable.
“La denuncia la puso un cliente del lugar y gracias a eso las autoridades iniciaron una investigación”, dijo el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, Carlos Rodríguez.
Según la institución, esta macabra banda de trata de personas estaba conformada por tres hombres y una mujer: Exyerin Vargas Paz, Danilo Pacheco Español, Silvia Yaney Castañeda Medina y Leonardo Jesús Vargas Valles.
Tenían muy clara su forma de proceder. Ubicaban a niñas y mujeres venezolanas con carencias económicas y les ofrecían oportunidades de trabajo bien remuneradas. “Luego, cuando ya estaban captadas, las explotaba sexualmente en un establecimiento público ubicado en Bosa”, dijo uno de los investigadores.
Fueron varias las víctimas las que decidieron denunciar. Contaron que eran obligadas a pasar largas jornadas sosteniendo relaciones sexuales con clientes del local y que, a cambio, recibían mínimas sumas de dinero.
Durante las indagaciones, los investigadores pudieron establecer que varias menores de edad huyeron a Venezuela por el miedo de perder sus vidas en manos de sus captores.
Por todos estos hechos, un fiscal de Unidad de Estructura de Apoyo de Bogotá (EDA) imputó a los cuatro procesados por los delitos de trata personas, inducción a la prostitución y tortura.
Por otro lado, el local que funcionaba en la localidad de Bosa fue sancionado y se le aplicó una medida administrativa para su cierre parcial. “Se está investigando la participación directa de su propietario”, dijo Rodríguez.