Este viernes causaron sospechas en Argentina las maniobras de un avión de carga del régimen de Nicolás Maduro, adquirido recientemente de la controvertida aerolínea iraní Mahan Air, sancionada por Estados Unidos y varios países europeos por presuntamente transportar armas de forma irregular y a personas vinculadas a organizaciones terroristas.
Se trata del Boeing 747-300, matrícula YV3531, que fue transferido a la empresa estatal venezolana Conviasa, en su versión “cargo”, Emtrasur, luego de pertenecer a la aerolínea iraní.
El diario Clarín informó que la aeronave llegó el lunes 6 de junio proveniente de México con destino el aeropuerto internacional Ministro Pistarini, en Ezeiza-Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, se vio imposibilitado de aterrizar porque una columna de neblina cubría la ciudad, y se tuvo que dirigir a la provincia de Córdoba. Horas más tarde, volvió a despegar para completar su vuelo a Buenos Aires.
Pero las sospechas se generaron cuando el 8 de junio despegara de Ezeiza y luego de sobrevolar el Río de la Plata durante 20 minutos, aterrizó nuevamente en ese aeropuerto “por motivos desconocidos”. Extraoficialmente se conoce que las autoridades aeronáuticas de Uruguay habrían rechazado la autorización para sobrevolar su espacio aéreo, lo que habría forzado el retorno.
Según la información obtenida por el periódico argentino, la tripulación con la que aterrizó en Córdoba según la información existente sería mixta, de nacionalidad venezolana e iraní.
Preguntas al gobierno
El diputado opositor Gerardo Milman, quien fue viceministro de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri, presentó un pedido de informe al Ejecutivo del presidente Alberto Fernández, para que responda sobre las sospechas generadas.
Milman preguntó por “los comportamientos presumiblemente anómalos en un vuelo “cargo” proveniente en principio de México”.
“Dado el comportamiento enigmático del vuelo, la propiedad cuanto menos confusa de la aeronave y la composición de la tripulación, es que solicito a mis pares que me acompañen en el presente proyecto”, agregó el legislador.
Milman también consulto si “la autoridad aeronáutica puede confirmar que en el vuelo final de fecha 9 de junio, la aeronave apagó su “transponder” y en caso afirmativo, los motivos”. También consultó sobre “si puede confirmar si se trató de un vuelo de carácter oficial o privado”.
El prontuario de Mahan Air
En octubre de 2011, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos acusó a la empresa Mahan Air de haber transportado armas, equipos y fondos de la Guardia Revolucionaria Islámica – Fuerza Quds (IRGC-QF, por sus siglas en inglés).
“La estrecha coordinación de Mahan Air con el IRGC-QF, que transporta secretamente operativos, armas y fondos en sus vuelos, revela otra faceta de la extensa infiltración de la Guardia Revolucionaria Islámica en el sector comercial de Irán para facilitar su apoyo al terrorismo”, dijo en su momento el subsecretario para Terrorismo e Inteligencia Financiera, David S. Cohen.
Según el Tesoro de EEUU, Mahan Air proporcionó servicios de viaje a personal de la Guardia Revolucionaria Islámica que volaba hacia y desde Irán y Siria para entrenamiento militar. También señaló a la aerolínea de facilitar el viaje encubierto de presuntos oficiales de la milicia islámica dentro y fuera de Irak.
Además, la compañía fue acusada de proporcionar servicios a Hezbollah, al transportar personal, armas y bienes en nombre del grupo terrorista.
A comienzos de 2019 Alemania y Francia le prohibieron a Mahan Air operar en su territorio. Y el 11 de diciembre, Estados Unidos reafirmó su postura e incorporó en la lista OFAC a otras tres empresas de Asia y Medio Oriente por violar las sanciones y mantener relaciones con la aerolínea.
El secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin, afirmó que “el régimen iraní utiliza sus industrias de aviación y transporte marítimo para suministrar armas a sus grupos terroristas y militantes regionales, contribuyendo directamente a las devastadoras crisis humanitarias en Siria y Yemen», y advirtió que “las industrias de la aviación y el transporte marítimo deben estar atentas y no permitir que sus industrias sean explotadas por terroristas».