El 26 de octubre de 1864 nació José Gregorio Hernández, el médico de los pobres a poco de ser santo por la Iglesia católica, y que en este 2022 se celebra su 158 aniversario.
Viajó a Caracas al comienzo de su adolescencia para estudiar bachillerato y luego cursar en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central de Venezuela. Se destacó como excelente estudiante, de buena conducta, ordenado, cumplido y puntual. Se graduó de bachiller en Ciencias Médicas en 1888 y a continuación, a los seis días, obtuvo el título de doctor, publica Radio Fe y Alegría en su página web.
Se dedicó al ejercicio práctico de la medicina. En 1889 viajó a París enviado por el gobierno del presidente Juan Pablo Rojas Paúl para formarse con las eminencias médicas de la época para informarse sobre los nuevos avances e investigaciones de la medicina experimental y adquirir el equipo, microscopios, libros y otros instrumentos que sirvieran para sacar la medicina venezolana del atraso en que se hallaba.
A su regreso al país, en 1891, establece el Laboratorio de Fisiología Experimental y asume las cátedras de Histología Normal y Patológica, Fisiología Experimental y Bacteriología. Además de su práctica profesional como médico internista general, destacado por su sincera vocación y altruismo y su particular atención de los pobres, José Gregorio Hernández fue miembro de la Academia de Medicina y escribió dos libros, Elementos de Bacteriología y Elementos de Filosofía, entre otros datos aportados en el libro “Se llamaba José Gregorio Hernández”, escrito por el jesuita Javier Duplá y Axel Capriles.
EL Dr. José Gregorio Hernández murió un 29 de junio de 1919 a los 54 años, atropellado por un automóvil mientras cruzaba una calle de Caracas para atender a una anciana, en una época en la que circulaban pocos vehículos motores en dicha ciudad. Sus últimas palabras, según una testigo, fueron: “¡Virgen Santísima!”.