Desde que los usuarios hicieron evidente la caída de Facebook y sus aplicaciones afiliadas, Instagram y WhatsApp, la única declaración oficial que ha salido de la compañía se basa en una disculpa y un mensaje de ánimo en el que la empresa asegura estar trabajando en el problema.
Con información de INFOBAE
“Somos conscientes de que algunas personas tienen problemas para acceder a nuestras aplicaciones y productos. Estamos trabajando para que todo vuelva a la normalidad lo antes posible y pedimos disculpas por cualquier inconveniente”, indicó Facebook por medio de una publicación en su cuenta de Twitter.
En consecuencia, las únicas versiones que se tienen sobre lo que pudo suceder dentro de los servidores de Facebook parten de las declaraciones de expertos en el tema, aunque por supuesto, solo pueden tomarse como hipótesis dentro de esta situación.
Una de las voces autorizadas en este tipo de escenarios cibernéticos es Brian Krebs, un reportero experto en ciberseguridad, quien aseguró en Twitter que el problema puede ser uno solo: conflictos entre los registros DNS y los dominios de Facebook. De acuerdo con Krebs, los fallos que produjeron la caída de los servicios del gigante de internet se basan en la desaparición de las rutas BGP, un protocolo que permite la propagación de los registros DNS por todo internet.
Dicho protocolo sirve para que la IP de cada dispositivo pueda traducirse en códigos perfectamente legibles por el DNS y así, completar con éxito la conexión entre Facebook y los aparatos de sus usuarios.
En pocas palabras, cuando una persona usa un celular, tablet o computador, este dispositivo solicita un acceso a Facebook, ya sea a su plataforma principal o sus demás redes sociales, mismo que es denegado por los DNS que simplemente no pueden traducir el formato alfa (por ejemplo facebook.com) a uno numérico que es el que finalmente pueden leer los servidores en internet.
“No sabemos por qué se llevó a cabo este cambio. Bien podría haber sido el resultado de un cambio/actualización interna del sistema que salió mal. Todo es especulación en este momento: (solo se puede saber) que Facebook es el único que controla sus registros DNS”, indicó Krebs.
¿Cómo afecta la caída de Facebook al resto de la web?
Ahora bien, el fallo de traducción de los DNS de Facebook con las IP de sus usuarios no solo afecta a este grupo en internet. Facebook es tan grande que sus problemas se traducen en fallos y ralentización para el resto de la red.
La necesidad de las personas de ver a Facebook funcional hace que cada vez que opriman “enter” se sobrecargue el tráfico DNS, lo cual, ante la ausencia de un dominio web válido hace que muchas otras búsquedas ajenas a Facebook se realicen de manera mucho más lenta.
“Cloudflare gestiona un servidor DNS gratuito, 1.1.1.1, y mucha gente lo usa. Entonces, Facebook se cae y… ¿adivinas qué ocurre? Que la gente sigue intentando acceder. El software sigue intentando acceder. Y a nosotros nos golpe una enorme avalancha de tráfico preguntando por facebook.com”, es el ejemplo que dio John Graham-Cumming, CTO de Cloudflare, un sistema gratuito de proxy en internet.
En resumen, esta situación se puede analizar de la siguiente forma:
Facebook es un famoso personaje que vive un edificio y es precisamente por su popularidad que muchas personas deciden ir a visitarlo al mismo tiempo saturando el citofono (teléfono del edificio) que actuaría como el DNS de internet. Así, al no contestar, los seguidores de esta famosa persona intentan contactarlo una, dos y hasta mil veces lo que hace que nadie más pueda usar el teléfono para comunicarse con otro vecino en el edificio.
En este momento, Facebook no solo está robando la atención del internet, sino también muchos de los recursos necesarios para satisfacer las búsquedas a otros sitios dentro de la web.