La Cumbre Mundial de la Salud quedó inaugurada este domingo en Berlín, Alemania, entre llamadas a elevar la sanidad al máximo nivel de las prioridades globales y alertas a no dejar de lado la lucha contra la malaria o la polio, mientras se concentra toda la atención en la pandemia del coronavirus.
«La salud no es un coste, es una inversión», enfatizó el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, en la ceremonia de apertura de una cumbre que se extenderá en tres días de sesiones y que está considerada la mayor cita internacional de ese ámbito del año.
El impacto de la pandemia del coronavirus, a escala sanitaria, social y económica, debe ser aprovechado «para elevar al nivel más alto la salud» en el conjunto de prioridades del ámbito político y también de la inversión, pública o privada, afirmó Tedros.
Debe producirse un «compromiso generacional» orientado a que, por fin, se contemple el gasto en salud como una «inversión», añadió el director general de la PMS.
La pandemia del coronavirus reveló «la vulnerabilidad» a que sigue expuesto el mundo, tanto el más desarrollado como el que sigue sin tener «el acceso adecuado y equitativo a la vacuna», recordó Tedros.
No es, sin embargo, la única de las vulnerabilidades que sigue afectando en materia sanitaria a la población mundial, porque sigue pendiente la tarea de lograr la erradicación de la polio en el mundo menos industrializado.
La lucha contra la polio ocupará las sesiones de la llamada Conferencia de Donantes contra esa enfermedad, que se propone juntar 4.800 millones de euros en los próximos cuatro años.
En un mensaje virtual dirigido al Congreso, el multimillonario y mecenas estadounidense Bill Gates anunció una donación de hasta 1.200 millones de euros para ese fondo contra la polio, una enfermedad que sigue causando estragos en Pakistán y Afganistán.
A la lucha contra la polio se refirió asimismo en su mensaje de saludo el canciller Olaf Scholz. Tras pedir que no «se dejen fuera de foco» esas enfermedades que, para el mundo más industrializado, ya se dan por superadas, anunció una partida de 35 millones de euros para ese fondo mundial.
La pandemia reveló la importancia de «seguir los consejos de los científicos», prosiguió Scholz. Éstos, a su vez, reaccionaron y lograron desarrollar «en un tiempo increíblemente corto» las vacunas para combatirla, lo que evidencia la «imperiosa necesidad» de invertir en investigación, además de en sanidad.
En nombre de la Comisión Europea (CE) intervino su directora general para la Sanidad y la Salud Alimentaria, Sandra Gallina, quien recordó que la lucha por la salud global pasa por combatir las desigualdades y erradicar la pobreza.
La Cumbre de la Salud, apadrinada entre Scholz, el presidente francés, Emmanuel Macron y el senegalés Macky Sall, se abrió así en un formato híbrido entre las intervenciones presenciales -como la del canciller- y los mensajes virtuales, entre ellos el de Gates.
Los temas prioritarios de la agenda son el cambio climático y la salud, así como la prevención ante las nuevas variantes de la covid y campañas de vacunación, además de la seguridad alimentaria y los estragos derivados la guerra de Ucrania.
Con información de EFE