La ronda de conversaciones mantenida este viernes por la ONU y Rusia en Ginebra para intentar extender el acuerdo que facilita la salida de cereales y fertilizantes rusos y ucranianos, que expira el 19 de noviembre, terminó hoy con escasos avances, según indicó la nota oficial de Naciones Unidas al término de la reunión.
El jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, y la secretaria general de la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), Rebecca Grynspan, mantuvieron hoy estas reuniones en la sede europea de Naciones Unidas con una delegación rusa liderada por el viceministro de Asuntos Exteriores Sergei Vershinin.
Según Naciones Unidas, se trató de una mera ronda de consultas en la que se discutieron los progresos logrados a la hora de facilitar el acceso de alimentos y fertilizantes según los acuerdos logrados el 22 de julio en Estambul.
Los responsables de Naciones Unidas informaron de los pasos tomados para facilitar pagos, seguros y acceso a los puertos europeos y de países en desarrollo a estos envíos de cereales y fertilizantes, en colaboración con países miembros y el sector privado.
También destacaron que un primer envío de fertilizantes será donado al país africano de Malawi la próxima semana.
En el comunicado, Naciones Unidas expresó su compromiso de hacer frente a la actual carencia global de fertilizantes, que está dificultando la producción de muchos agricultores especialmente en los países en desarrollo.
«El mundo no puede permitir que los problemas de acceso a los fertilizantes se conviertan en una carencia global de alimentos, por lo que pedimos a todas las partes que aceleren el levantamiento de los obstáculos restantes para la exportación y transporte de estos productos a los países que más lo necesitan», indicó la nota oficial.
Los acuerdos de la llamada Iniciativa de Cereales del Mar Negro, en vigor desde el 22 de julio para un plazo inicial de 120 días bajo los auspicios de la ONU y de Turquía, permitieron la creación de un corredor seguro para la salida de ambos tipos de productos a través de puertos ucranianos.
La ONU cumple el rol de verificar la implementación correcta del acuerdo, del que Rusia se ha quejado porque considera que ha sido ventajoso sobre todo para Ucrania, mientras que sus exportaciones no han sufrido el mismo tratamiento.
Moscú también ha puesto en duda que el acuerdo haya beneficiado a los países más pobres -donde la crisis alimentaria se agudizó por el aumento de los precios de alimentos esenciales tras el inicio de la guerra en Ucrania- y ha señalado que las exportaciones han ido masivamente a países ricos.
A principios de este mes, Rusia suspendió su participación en el acuerdo alegando que Ucrania había atacado sus buques en Crimea, pero algunos días después aceptó retornar al pacto.
Con información de EFE